El papa Francisco animó a los fieles católicos de Rumanía a profesar su fe pese a las provocaciones y a tender puentes con otras personas, durante un acto con los jóvenes en el palacio de la cultura de la ciudad rumana de Iasi (nordeste).
El pontífice hizo esta invitación tras escuchar el testimonio de Eduard, un estudiante de esa ciudad de la Moldavia rumana que, aseguró, profesa su fe “en medio de numerosas provocaciones”.
Bergoglio respondió que “existe una red espiritual muy fuerte” que une a las personas, mientras que el diablo por contra “divide, desparrama, separa y enfrenta, siembra desconfianza”.
Francisco ilustró una profecía en el que el monje Galaction Ilie se encontró con un santo eremita y le preguntó cuándo se produciría el fin del mundo, a lo que el sabio le respondió: “Cuando no haya sendas del vecino al vecino”.
“Es decir, cuando no haya más amor cristiano y comprensión entre hermanos, parientes, cristianos y entre los pueblos. Cuando las personas no amen más, será verdaderamente el fin del mundo. Porque sin amor y sin Dios ningún hombre puede vivir en la Tierra”, apuntó.
Además, el papa reconoció “que son muchas las provocaciones que nos pueden desanimar y encerrarnos en nosotros mismos” y desaconsejó negar esta situación “evidente”.
A su entrada bendijo el templo con un hisopo y saludó a muchas de las personas que le esperaban, llegando a abrir el cordón que les separaba para estrechar la mano de algunos discapacitados situados en la primera fila.
Tras la oración, el pontífice bendijo en silencio una escultura de Cristo Redentor y una piedra que señala el Camino de Santiago de Compostela en esta zona septentrional de Rumanía.Efe
