En los últimos días se conoció el caso de un indígena residente en Arauca, porque mató a un oso de anteojos argumentando que necesitaba comer para sobrevivir.
Según la Corporación Autónoma de la Orinoquía quien confirmó lo sucedido, el indígena aceptó haber matado y desmembrado al animal para comer su carne y alimentar a su familia, también que se dedica a cazar a especies silvestres por sus particulares costumbres.
El hecho ha causado indignación desde varios sectores animalistas y protectores de animales silvestres, incluso la directora de Parques Naturales, Julia Miranda, rechazó lo sucedido y afirmó que el animal es pacífico por su dieta herbívora y que tiene un valor primordial en el ecosistema y funcionamiento de los bosques.
Sin embargo, aunque el brutal asesinato ha causado repudio y debería ser tratado como delito de maltrato animal, el indígena no podría ser juzgado por los hechos ya que las leyes de su comunidad lo protegen, para este tipo de casos especiales existe una justicia autónoma de los pueblos indígenas.
