El presidente estadounidense, Donald Trump, se anotó hoy una victoria política con la confirmación de su nominado, Brett Kavanaugh, para el Tribunal Supremo, después de que el Senado aprobara su candidatura tras una ajustada votación marcada por las alegaciones contra el juez por presuntos abusos sexuales.
La Cámara Alta de Estados Unidos dio luz verde a Kavanaugh tras votar a favor del nominado de Trump (50-48), en una de las votaciones más ceñidas de la historia para confirmar el acceso de un juez a la máxima corte del país.
Poco antes de la votación, Trump aseguró que Kavanaugh “será un gran juez del Tribunal Supremo” y consideró que el magistrado “es una persona extraordinaria” con un “gran talento”.
“Creo que nos hará sentir muy orgullosos”, aseguró el mandatario en declaraciones a los periodistas antes de embarcar en el avión presidencial Air Force One en dirección al estado de Kansas (EE.UU.).
Además, inmediatamente después del sufragio, el presidente aplaudió al Senado por ratificar a su candidato, que juró oficialmente su nuevo cargo unas horas más tarde ante el juez del Tribunal Supremo, John Roberts, y el magistrado de esa corte ya retirado, Anthony Kennedy.
Precisamente, Kavanaugh cubrirá el puesto vacante dejado por el juez Kennedy, que se jubiló este verano, convirtiéndose así en el noveno magistrado del actual alto tribunal y en el 114 en la historia del Tribunal Supremo.
Con la confirmación de Kavanaugh, Trump ha conseguido nominar con éxito a dos candidatos para el Tribunal Supremo, después de que el juez Neil Gorsuch fuese confirmado para la máxima corte en abril del año pasado, cumpliendo así una de sus promesas electorales.
Ambas confirmaciones, sin embargo, han sido de las más polarizadas de la historia del Senado, que históricamente había mostrado un apoyo bipartidista hacia los jueces elegidos por los presidentes para ocupar un asiento en la alta instancia.
Kavanaugh ha estado en el centro del debate en las últimas semanas después de que aparecieran varias denuncias por presuntos abusos sexuales del juez hacia por lo menos tres mujeres.
Pese a las alegaciones y las dudas de última hora sobre qué iban a votar los senadores moderados, Kavanaugh fue elegido hoy tras cosechar los respaldos que requería en la Cámara Alta, incluyendo los de los republicanos Susan Collins y Jeff Flake, y del demócrata Joe Manchin.
A pesar de que la Cámara Alta la conforman 100 senadores, la suma de los votos fue 98, ya que el senador conservador Steve Daines acudió a la boda de su hija en el estado de Montana en el momento de la votación y su compañera, la republicana Lisa Murkowski, que iba a votar “no”, optó por votar “presente”.
Antes de la votación, el vicepresidente estadounidense, Mike Pence, que presidió la sesión, tuvo que pedir “orden en la sala” en repetidas ocasiones después de que decenas de personas empezaran a gritar consignas contra Kavanaugh desde dentro de la propia cámara del Capitolio.
La elección de hoy fue el último paso de un proceso que comenzó el pasado 9 de julio, cuando Trump anunció la nominación de Kavanaugh para el Supremo.
Posteriormente, el 4 de septiembre se iniciaron las audiencias que debían evaluar su candidatura en el Comité Judicial del Senado, donde los demócratas pusieron el foco en sus posturas sobre el aborto y el poder presidencial.
Cuando el comité se disponía a votar, los demócratas pusieron sobre la mesa la acusación de abuso contra Kavanaugh de la profesora de psicología Christine Blasey Ford, que acudió la semana pasada a narrar su versión de los hechos, supuestamente ocurridos en 1982.
Las alegaciones de Ford estuvieron seguidas de las de otras dos mujeres, lo que ocasionó que los senadores presionaran a Trump para que el FBI investigara las acusaciones y emitiera un informe confidencial este jueves.
Centenares de personas, mayoritariamente mujeres, se concentraron a lo largo del día en los aledaños del Capitolio y del Tribunal Supremo, ambos edificios situados a una calle de distancia en la capital estadounidense.
“Vamos a salir a la calle las veces que haga falta; esto es una vergüenza para nuestro país, Kavanaugh es un mentiroso”, señaló a Efe Patrice Green, una mujer de 37 años que llegó a Washington desde el vecino estado de Maryland, informa Efe.
Pese a las serias acusaciones, Kavanaugh logró los apoyos necesarios para ser confirmado y ocupar así el cargo vitalicio en el Tribunal Supremo y Trump pudo anotarse otra victoria política en una semana exitosa para el mandatario.