Trump visitó Dayton y El Paso acosado por protestas contra armas y racismo

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Acosado por llamadas a endurecer las leyes de tenencia de armas y a detener el discurso antiinmigrante y racista, el presidente de EE.UU., Donald Trump, visitó Dayton (Ohio) y El Paso (Texas), dos ciudades que se sumaron a la lista de tiroteos indiscriminados que desde hace años han sacudido al país.

Trump se reunió, acompañado por su esposa, Melania, con heridos y familiares de las víctimas de las masacres de Dayton, donde el domingo pasado nueve personas perdieron la vida antes de que las autoridades abatieran al atacante, y El Paso, que el sábado se convirtió en escenario de un tiroteo en el que perdieron la vida 22 personas.

El gobernante, quien antes de partir de Washington defendió ante los periodistas que su retórica no ha contribuido a la violencia de los tiroteos y, por el contrario, “une a la gente”, fue seguido por los reclamos de manifestantes que se reunieron frente al Hospital Miami Valley de Dayton, donde permanecen varios heridos del domingo.

“Dayton fuerte”, “Acción ahora” y “No más odio”, coreaban personas con carteles en los que reclaman “Hagan algo” para endurecer las normas que permiten la venta y porte de armas en el país.

“Deja de ser un bebé, hazle frente a la NRA (siglas en inglés de la Asociación Nacional del Rifle)”, se leía en un cartel adherido al “Baby Trump”, un globo con la figura del gobernante como un bebé que se ha convertido en uno de los iconos de las protestas en su contra.

El mandatario, que permaneció poco menos de tres horas en esa localidad, publicó posteriormente fotografías y un vídeo de su paso por el hospital de Dayton, donde, aseguró, conoció a “las mejores” personas.

Las fotos y el vídeo mostraban a pacientes, personal médico e incluso policías junto al gobernante y a la primera dama.

“Fue una visita cálida y maravillosa. Enorme entusiasmo e incluso amor”, escribió Trump en Twitter, y calificó como un “fraude” la conferencia de prensa posterior a su partida que ofrecieron la alcaldesa de Dayton, Nan Whaley, y el senador demócrata por Ohio Sherrod Brown, al asegurar que “no se parecía a lo que sucedió”.

Whaley indicó a los periodistas que le reiteraron al gobernante “la importancia” de actuar frente al tema del control de armas y que le manifestó a Trump que los habitantes de esa localidad “están esperando una acción desde Washington” al respecto.

El estacionamiento del centro comercial se llenó de flores, globos, banderas, dibujos y mensajes de todo tipo en honor a las 22 personas, entre ellas ocho de nacionalidad mexicana, que perdieron la vida por los disparos indiscriminados.

“No eres bienvenido aquí”, “Queremos una disculpa”, “Trump es un racista, supremacista blanco”, apuntaban los carteles en El Paso, entre los que ondeaban banderas de México y Estados Unidos.Efe