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Al menos siete civiles perdieron la vida hoy en un atentado con coche bomba que dejó un total de 17 fallecidos en la ciudad siria de Ras al Ain, en el norte del país y fronteriza con Turquía, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.
El director de la organización con sede en Reino Unido, Ramy Abderrahman, dijo a Efe que entre las víctimas mortales “se encuentran siete civiles y otras diez entre combatientes y (víctimas) desconocidas”.
En un comunicado, la ONG detalló que “la mayoría de los que murieron pertenecen a las facciones aliadas a Turquía”, en referencia a los grupos rebeldes sirios que apoyan a las tropas de Ankara en este país.
Según el Observatorio, el coche bomba tuvo como objetivo “una agrupación de las facciones alrededor de la localidad de Tel Halef, al oeste de Ras al Ain, en el norte de la provincia de Al Hasaka”, en el noreste de Siria.
Por su parte, el Gobierno turco atribuyó el atentado a las milicias kurdosirias YPG y aseguró que 17 personas fallecieron y más de 20 resultaron heridas.
Ankara considera a las YPG terroristas, por sus vínculos con la guerrilla kurda Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), activa en territorio turco y considerado terrorista también por Washington y Bruselas.
Por ello, el Ejército turco lanzó una ofensiva contra las milicias kurdosirias el pasado 9 de octubre y tomó el control de Ras al Ain, aunque la campaña militar está actualmente paralizada por un acuerdo con Rusia, por un lado, y Estados Unidos, por otro.
Las tropas turcas, junto a milicias árabes aliadas, controlan un centenar de kilómetros en la franja fronteriza del norte de Siria, entre las ciudades sirias de Tal Abiad y Ras al Ain.
En esas áreas bajo control turco y de sus aliados se han producido ataques con coche bomba que han causado la muerte de decenas de civiles en las pasadas semanas. Efe





