Así funciona el control antidopaje de los XVIII Juegos Bolivarianos

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Cincuenta y ocho muestras para el control al dopaje se tomaron en los primeros cinco días de competencias de los XVIII Juegos Bolivarianos, de las 375 que están previstas por parte del Grupo Antidopaje de la agencia estatal colombiana Coldeportes, encargado de este asunto.

Cada día, bajo la coordinación del médico colombiano Orlando Reyes, un grupo de profesionales del país sede de las justas y algunos extranjeros designados por la Organización Deportiva Bolivariana (Odebo) recoge las pruebas antidopaje en los distintos escenarios de Santa Marta y las subsedes de Cali y Bogotá.

En los XVIII Bolivarianos ocurre igual que en las demás competiciones de ciclo olímpico y se cumplen las reglas de la Agencia Mundial Antidopaje (AMA), por lo que los deportistas se someten a tres clases de controles: de orina, sangre y exámenes especiales.

“Se hizo una inversión muy grande para unos juegos como los Bolivarianos, algo así como el doble de lo previsto, ya que las muestras se mandan a un laboratorio de Salt Lake City (Utah, Estados Unidos), donde normalmente se demoran diez días, pero precisamente por la gran inversión solo se tardan cinco”, aseguró el médico.

Para determinar el número de muestras que se hacen en un evento como los Juegos Bolivarianos, se parte de un presupuesto y luego se define una cifra que corresponde más o menos al 10 por ciento de los deportistas inscritos.

En las justas de Santa Marta se hizo el cálculo con base en 3.750 de ellos, aunque finalmente se inscribieron 3.900 según cifras entregadas a Efe por la organización.

Simultáneamente a la toma de muestras, el Grupo Antidopaje de los Juegos lleva a cabo un programa de educación y prevención dirigido a todos los deportistas y que al cabo de cinco días ha tenido más éxito del esperado.

“Se trata de ir a donde haya más flujo de deportistas día a día para llevar el mensaje del juego limpio. Nos sorprendimos porque hay muchachos muy jóvenes, menores de edad, susceptibles de transmitir el mensaje de comportamientos éticos en el deporte”.

Efe constató que los deportistas de los Juegos acuden masivamente al programa en Santa Marta. En los escenarios se instalan quioscos en los que ellos deben responder un cuestionario sobre dopaje.

El estímulo es que a mayor cantidad de aciertos, se les premia con amplificadores de sonido, gorras, sombrillas, bufandas, termos, audífonos luminosos y otros accesorios afines a su actividad.

Los médicos de las once delegaciones participantes, por el contrario, no reciben este tipo de programas porque se parte de la base que tienen el conocimiento básico sobre los medicamentos que pueden y no pueden utilizar con sus deportistas.

“Lo que hacemos con estos médicos es acciones preventivas, por ejemplo desde antes del inicio de los Juegos, en la página de internet se colocó un enlace sobre cómo hacer una solicitud de autorización de medicamentos de uso terapéutico”, dijo Reyes.

Añadió que si un médico necesita utilizar una sustancia prohibida para el tratamiento de un deportista “lo puede hacer si reúne ciertos requisitos, si demuestra que tiene que usarla sí o sí”.

Sin embargo, Reyes hizo énfasis en que se debe hacer previamente al inicio del certamen. “Se debe llegar a la competición con un documento aprobado por la organización antidopaje de su país, para prevenir la aparición de un positivo”.

Si la muestra sale positiva pero el médico había solicitado previamente la medicación con la sustancia prohibida y esta había sido autorizada, el caso se archiva y no hay castigo.

“De este tema se encarga la Odebo, que es la autoridad principal de los Juegos Bolivarianos. Nosotros en la Organización Nacional Antidopaje de Colombia coordinamos los controles y hacemos el programa de educación y prevención”, acotó Reyes, informa Efe.

Si todo sale bien, como hasta ahora, seguramente su grupo estará a cargo del control antidopaje de los Juegos Centroamericanos y del Caribe Barranquilla 2018.