Campesinos colombianos irrumpen en el agroturismo con el apoyo de Barcelona

211898Campesinos-Cultivo-Agricultura-GSDU

embrar hortalizas y frutas, elaborar abonos orgánicos y conocer el proceso de transformación de moras en vino artesanal son algunas de las experiencia ofrecidas por campesinos colombianos a turistas que se aventuren a participar en una novedosa propuesta de agroturismo.

Ese viaje por poblaciones del departamento de Antioquia (noroeste), que tiene como esencia el descubrimiento y disfrute de la vida rural, está enmarcado en ‘Rutas de Siembra’, un proyecto financiado por el Ayuntamiento de Barcelona para incentivar el turismo responsable y la agricultura orgánica.

Estos recorridos turísticos integran a 25 productores para propagar un mensaje de conservación. Uno de ellos es el agricultor Jorge Aljure tras convertir su finca en un lugar de acogida para conectar a las personas con la naturaleza y una forma de agricultura que es “más respetuosa” con el planeta.

“Acá cultivamos alimentos sanos, sin esos químicos que hacen daño y que producen las enfermedades de los viejitos”, expresó Aljure, anfitrión y líder de la Asociación de Agricultores Orgánicos de la Vereda Piedras Blancas (Asorgánicos).

VENTANA AL CAMPO

Este proyecto de cooperación internacional, gestionado por la ONG Antioqueños Unidos en Cataluña por Colombia, es ejecutado por Comfenalco Antioquia, en alianza con la Alcaldía de Medellín y el Bureau de Medellín.

La coordinadora de Rutas de Siembra de Comfenalco Antioquia, Lina Noreña, explicó a Efe que esta iniciativa impulsada por el Ayuntamiento de Barcelona surgió para “resignificar” el valor del campo en las comunidades e impulsar el desarrollo rural.

“Esta ruta turística es una ventana para visibilizar al campo”, afirmó Noreña, y detalló que entre las experiencias hay hasta catas de verduras para que el visitante descubra los sabores de los alimentos orgánicos.

Por su parte, el director de la ONG, Johany Posada, destacó la importancia de mostrar “emprendimientos que están hechos desde la tierra”.

Para estimular el relevo generacional vincularon también a jóvenes como Laura Villegas, una ingeniera ambiental de 25 años que dejó la ciudad y empezó a sembrar con los agricultores de Asorgánicos.

Dentro de su cultivo hay huertas y microinvernaderos, pero el recorrido turístico inicia con el acercamiento de los visitantes con semillas nativas para mostrarles la diversidad que se ha perdido con la agricultura tradicional. Efe