Más de 500 bomberos participaron en el combate de un incendio que se desató este viernes en una zona comercial del centro histórico de Lima y que fue controlado casi en su totalidad por los voluntarios durante toda la noche del sábado, sin causar víctimas, pero sí grandes pérdidas económicas
Aunque el siniestro mantiene aún pequeños focos de fuego, las autoridades señalaron que ya se extinguió casi en su totalidad y se espera que hacia el mediodía de este sábado sea totalmente sofocado para comenzar la remoción de los escombros.
El gran incendio se desató en unos almacenes en la zona comercial de “Mesa redonda”, en el casco antiguo de Lima, donde en 2001 murieron unas 300 personas en un suceso similar.
Entre las autoridades que llegaron al lugar estuvo el alcalde de Lima, Jorge Muñoz, quien anunció que se hará una evaluación de los inmuebles comprometidos por el fuego y señaló que los locales contaban con licencia de funcionamiento y la autorización de la Defensa Civil.
“He estado conversando con el ministro del Interior, Carlos Morán, quien ha ofrecido la presencia policial en la zona para poder hacer el trabajo que corresponde”, señaló Muñoz antes de decir que se harán “algunas mejoras en este lugar para que esto no se repita”.
“Hay grandes pérdidas, este es un trabajo que se va a demorar entre tres a cuatros semanas para que se pueda recuperar. Estamos trayendo maquinarias pesadas para levantar los escombros”, declaró Arata a la estatal TV Perú.
Los bomberos voluntarios de Perú confirmaron que el siniestro comenzó hacia las 17.30 horas del viernes (hora local) por causas aún no determinadas, en el edificio de una galería en la que al parecer se almacenaban productos inflamables de limpieza.
Los voluntarios ordenaron la movilización de todas las compañías de Lima y el vecino puerto del Callao, mientras que cientos de policías establecieron un cerco de seguridad a varias cuadras alrededor del lugar.
Desde esa distancia se observaba cómo las llamas consumían un edificio de varios pisos, caían cornisas y, tras escucharse explosiones, el fuego se propagaba a un inmueble ubicado enfrente en el que, según indicaron vecinos de la zona, funciona una escuela, que estaba cerrada por ser Viernes Santo.
El presidente de Perú, Martín Vizcarra, llegó al lugar pocas horas después y, tras conversar con los comandantes de los bomberos, declaró que el fuego ya había sido “confinado” para evitar su propagación, pero los bomberos aún debían trabajar “toda la noche”. – Efe





