Foto: @personeriabta
El 24 de febrero de 1999 se creó lo que hoy se conoce como el Escuadrón Móvil Antidisturbios (Esmad), grupo que desde que comenzaron las movilizaciones del Paro Nacional el pasado 21 de noviembre reabrieron la polémica que existe desde hace años en referencia al accionar de estos uniformados que pertenecen a la Policía Nacional y que entran en funciones para controlar las afectaciones de orden público que se presenten durante las protestas.
El día en el que el Esmad cumple 21 años desde su creación se anunció desde diferentes gremios estudiantiles que volverán a salir a las calles para protestar en contra de este grupo, pues desde estos grupos que integran el Comité Nacional del Paro se ha solicitado al Gobierno Nacional que considere el hecho de erradicarlo en las 19 ciudades en las que tiene vigencia.
La más reciente polémica en la que se ha visto envuelto este grupo se vio el pasado 22 de noviembre cuando uno de sus miembros, el capitán Manuel Cubillos Rodríguez, accionó la escopeta calibre 12 en contra de la multitud que protagonizaba las protestas en el centro de la ciudad en continuidad en lo que se denominó como el “Paro Nacional”, y que terminó impactando en la cabeza del joven estudiante Dylan Cruz, lo que terminó quitándole la vida días después.
Dicho caso se recuerda porque develó de nuevo las críticas en contra del Esmad porque se ha señalado que en muchas ocasiones este grupo realiza sus labores con “exceso de la fuerza”, dejando en muchos casos a civiles y a protestantes heridos, o como en el caso de Dylan, muertos. Inclusive, en el Concejo de Bogotá se adelanta una propuesta para desmantelar este grupo antidisturbios.
Por su parte, diferentes alcaldes de las ciudades capitales del país han asegurado que la autorización para la salida del Esmad dentro de las protestas sería la última opción, tras intentar el diálogo con gestores de paz y las acciones de la Fuerza Pública ordinaria, sin embargo, en las más recientes protestas, por la gravedad de los desmanes, en Medellín, Cali y Bogotá, los mandatarios locales se vieron obligados a permitir el uso de este grupo.
Lo que sí queda claro, es que en 21 años de vigencia del Esmad, son más las críticas en contra de este gremio que las labores destacadas, pero aspectos a favor de la vigencia del mismo es que en muchas ocasiones los desmanes que ocasionan algunos vándalos infiltrados en las protestas requieren de la atención de una fuerza especial.
