Un David Bisbal maduro, reflexivo, agradecido e igual de enérgico que siempre celebró esta noche su 40 cumpleaños con una actuación en el Teatro Real de Madrid, donde repasó algunos de los grandes éxitos de su carrera y se acordó en varios momentos de sus fanes por todo el mundo, especialmente en Latinoamérica.
El concierto comenzó con toda una declaración de intenciones al apostar por “Todo por ustedes”, una carta de agradecimiento a los fanes que han estado con el artista desde sus inicios allá por 2002, un tiempo en el que Bisbal, desde sus humildes orígenes, se ha erigido en uno de los artistas españoles más exitosos en todo el mundo.
Precisamente “Quién me iba a decir”, de su álbum “Premonición” (2006), fue el siguiente tema que atacó durante la velada, a la que llegó “con el propósito” de pasárselo “espectacular”, según afirmó el andaluz ante un público completamente entregado.
“Antes que no”, “Culpable” y “Lo tenga o no” se sucedieron en el recital del cantante, que se acordó de todos sus fanes en el resto del mundo (mencionó a Venezuela, Argentina, Uruguay, Chile, etc…) que seguían el show en directo por YouTube. “Es un regalo que quería hacer a mi gente”, aseguró.
Y ahí llegó el momento para uno de los grandes hits del artista, “Lloraré las penas”, de su primer disco de estudio, que puso a todo el auditorio en pie y con ganas de rememorar tiempos pasados.
“Hay que saber esperar y saber trabajar, pero no desde el sofá de tu casa… Hay que buscar la suerte”, reconoció en clara alusión a la lanzadera que supuso para él la primera edición del programa musical “Operación Triunfo”.
La mirada atrás siguió adelante con “Quiero perderme en tu cuerpo”, “Esta ausencia”, “Me derrumbo” y “Amar es lo que quiero”, antes de que Bisbal hiciera una pequeña pausa y dedicara a México el tema “Probablemente”, lanzado junto al artista de música regional mexicana Christian Nodal.
“Es un país que me ha abrazado desde el minuto uno. Tendría que vivir muchas veces para agradecer todo lo que ese país me ha dado”, confesó el músico.
Después fue el turno para “Me enamoré de ti”, una canción que sonó en la telenovela argentina “Los ricos no piden permiso”, y para homenajear a un ídolo suyo como Alejandro Sanz al versionar “Mi soledad y yo” y “¿Si fuera ella?”.
“No amanece” enfervorizó al público, y aunque el show se paró durante varios minutos por un fallo técnico, el artista volvió a enganchar al respetable con “Silencio” y se quitó el chaqué para entonar “Esclavo de sus besos” completamente desatado.
La pausa vino con “El ruido” y “Dígale” -su primera balada-, tras la que hubo un impás para colocar una tarta de cumpleaños con la cifra de los 40 iluminada por cuatro velas. Bisbal, como no podía ser de otra manera, pidió un deseo pero no dijo de qué se trataba. No obstante, comentó: “Prepárate, Rosana, con ese deseo”, le dijo a su esposa, la venezolana Rosanna Zanetti.Efe