De Colombia al mundo, mensajes de aliento en la ‘botella’ de las redes

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Así como los náufragos enviaban mensajes en botellas con la esperanza de que llegaran a su destino, la iniciativa colombiana “Mensajes para Liberar” busca enviar pequeños lemas de aliento e inspiración a través de las redes sociales con vídeos cortos que aspiran a ser virales.

“Es básicamente un proyecto de vida basado en una premisa muy simple: creemos que un mensaje liberado de la forma adecuada es capaz de cambiar el mundo y construir nuevos paradigmas para todos”, comentó a Efe Miguel Urrutia, cineasta y productor de la iniciativa.

“Mensajes para Liberar” tardó poco en contar con una respuesta entre personas de la cultura y el periodismo en Colombia como William Ángulo, vocalista de la agrupación musical Herencia de Timbiquí.

“Este es un mensaje para todos los desesperanzados: siempre hay una luz”, dice Ángulo en su vídeo antes de lanzarse a cantar y tratar de sacar una sonrisa a quienes se consideran “autistas del amor”.

Con ese primer éxito, el proyecto que inició el gestor cinematográfico Iván Darío Hernández se dio a conocer con un eslogan que consiguió comenzar a viralizarse y que llegó a ser traducido a varios idiomas.

La semilla germinó y varias personalidades dieron su apoyo en forma de mensaje, como el actor y escritor argentino Leandro Taub, la intérprete hispano-alemana Aïda Ballmann, el filántropo colombiano Jaime Jaramillo (conocido como “papá Jaime”) y el periodista Azury Chamah.

A ellos ha prometido sumarse Sylvie Simmons, biógrafa de Leonard Cohen con un formato muy sencillo: vídeos cortos con mensajes inspiradores y un fórmula visual esencial con el protagonista mirando a cámara.

“Cada uno tiene su camino y el proyecto es el punto de confluencia que encuentran en este formato de mensajes cortos la posibilidad de generar cambios y una transformación real en la vida”, señaló Urrutia.

Por ello, han optado por hacerlo “no desde una visión cinematográfica”, sino de comunicación humana donde privilegian “el mensaje por encima del medio y de las acciones”.

“Lo que proponemos es un acto que permita darle un peso psicológico, simbólico y metafórico que permita dar al mensaje el poder que tiene. En ese caso lo que proponemos es una plataforma que permita potencializar los mensajes de manera eficiente a nivel masivo e impactar en el núcleo de la sociedad”, subrayó.

Para ello las principales redes sociales ya tienen sus propios espacios de Mensajes para Liberar, que continuará creciendo hasta convertirse en un documental el año próximo en el que tanto Urrutia como Hernández volcarán sus esfuerzos.

Y para entonces puede que el proyecto haya crecido y cobrado vida propia si consigue que lleguen a su destino mensajes como el que Chamah envió en un globo a su hija que no ve hace años: “Tú y yo no estamos lejos. El universo nos necesita en lugares estratégicos para su plan perfecto”.

En que eso suceda confía Hernández que, aunque sabe que el helio que lleva la carta no permitirá que el mensaje de Chamah llegue a su lejano destino, cree posible que a través de una cadena de mensajes y de amigos la hija del periodista lo escuche.

“Por ello el mensajes es el que te va a liberar a ti, te veo a los ojos como a un amigo y te doy un mensaje que te puede mejorar el mundo y el alma”, comentó el gestor cinematográfico.

En esa cadena humana cree él mismo, que perdió a su prometida “por un malentendido” y considera que su propio mensaje le llegará como un “acto de amor que puede cambiar el mundo”.

“Mi propósito es que puedan transmutar sus pérdidas más profundas y comunicarse con alguien con quien perdieron el contacto”, destacó Hernández.

Quizá pase entonces como en “Message in a bottle”, esa canción de Police en la que un náufrago envía su carta de desamor desde su isla desierta y su “SOS al mundo” lo responden en un millón de botellas que le mostraron que “no está sólo en ser un solitario”.