Deshidratación y falta de medicamentos acaba con cientos de vidas en Mosul

1715250Mosul

La falta de atención médica y escasez de agua y comida han causado la muerte de cientos de civiles atrapados en el casco antiguo de la ciudad septentrional iraquí de Mosul, último reducto del grupo terrorista Estado Islámico (EI) en la urbe.

Un médico atrapado en territorio yihadista y que se identificó como Abu Gaiz dijo a Efe que los habitantes del casco antiguo de Mosul se mueren lentamente por el hambre, la sed y la falta de medicamentos que afecta, sobre todo, a los ancianos enfermos y a los heridos en los bombardeos.

En una conversación telefónica, Abu Gaiz precisó que los médicos que quedan en el casco antiguo solo cuentan con “medios primitivos” para atender a sus pacientes, ya que solo los miembros del EI son tratados con medicamentos.

Abu Gaiz, que trabaja en una pequeña clínica del casco antiguo, agregó que el departamento de medicina forense, situado en el barrio Al Maidan y controlado por los terroristas, registró la muerte de 280 personas en el casco antiguo por falta de alimentos y medicamentos desde el inicio el pasado febrero de las operaciones militares contra los yihadistas.

El médico añadió que la mayoría de los fallecidos sufrían cáncer, diabetes, enfermedades cardiacas o alta presión sanguínea y que estaban atendidos por médicos especializados antes del bloqueo.

Según fuentes médicas y testigos, en las últimas dos semanas se ha registrado la muerte de alrededor de 234 personas, entre ellas 37 niños.

“La situación es trágica, no se pueden soportar más retrasos, las fuerzas iraquíes deben acelerar sus operaciones militares para salvar al resto de la gente atrapada antes de que sea demasiado tarde, especialmente a los niños y a los pacientes que no tienen acceso a medicina, ni comida ni bebida”, subrayó Abu Gaiz.

Médicos Sin Fronteras (MSF) informó esta semana de que están atendiendo casos de bebés desnutridos debido a que sus madres no pudieron darles el pecho y de lo extremadamente caro que es conseguir leche en polvo, tanto en las áreas sitiadas controladas por el EI, como en los campos de desplazados donde viven ahora. Efe

“La mayoría de los 300 bebés tratados en los últimos tres meses en un hospital de Al Qayara, 40 kilómetros al sur de Mosul, tenían menos de seis meses y los llevaron sus familias que habían huido de la parte sitiada en el oeste de Mosul y de Shirqat”, explicó MSF en un comunicado difundido este viernes.

Los residentes del distrito sitiado entierran a sus muertos dentro de sus casas, cuyo espacio no supera los 40 y 70 metros cuadrados, o en las calles, lo que provoca malos olores debido a que la sepultura no se lleva a cabo de manera apropiada.