Dos policías involucrados en manipulación de la escena del crimen del grafitero se declararon inocentes

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Foto: Archivo

Este martes se dio inicio al juicio por la manipulación de alteración de la escena del crimen de Diego Felipe Becerra, el joven grafitero que murió por un disparo de un policía en el norte de Bogotá en agosto del 2011.

Dos de los involucrados en este caso, los coroneles en retiro Javier Vivas y Nelson Arévalo, excomandantes de la Policía de Bogotá y de la Estación de Suba respectivamente, se declararon inocentes ante el juez por los delitos de fraude procesal, falsedad ideológica en documento privado, ocultamiento, destrucción de materiales probatorios, porte, fabricación, y suministro de armas, y favorecimiento en homicidio.

Los exaltos uniformados aseguraron que no conocía de los planes que tenía el patrullero Wilmer Alarcón de desviar la investigación y presuntamente manipular la escena para culpar de un robo a Diego Becerra y de esta forma justificar su actuación.

En la audiencia que empezó siete años después de que ocurrieron los hechos, la Fiscalía empezó exponiendo sus argumentos donde controvierten la versión de un grupo de uniformados que dijeron que Becerra amenazó a Wilmer Alarcón después de que lo requisó tras una denuncia de robo a un bus en la calle 116 con Avenida Boyacá.

En su momento, la afirmación de varios policías fue que Jorge Narváez, el conductor del automotor, señaló a Diego Felipe de haber cometido el hurto a los pasajeros y a él con un arma de fuego junto a dos amigos, sumado al testimonio de la supuesta pareja del hombre que habría reconocido al joven en fotografías.

Incluso para respaldar el supuesto caso de atraco, los uniformados habrían comprado un arma en el mercado negro y la ubicaron en el lugar de los hechos.

Para el ente de control, todos estos detalles hicieron parte de un “pacto de silencio” de los policías para encubrir lo que en realidad pasó, y es que en efecto el grafitero nunca portó ni accionó un arma que presentaba fallas y fue manipulada por alguien con experiencia.

Igualmente, la Fiscalía se apoya en el informe balístico de Medicina Legal, que reveló que el artista callejero murió al recibir un disparo por la espalda lo que deja sin efecto la versión de Alarcón que dijo que al verse amenazado por el joven disparó el arma en defensa.