Egipto se prepara para el referéndum, que comienza mañana sábado y se prolonga tres días, para reformar la Constitución, lo que permitiría al presidente egipcio, Abdelfatah al Sisi, mantenerse en el poder hasta 2030, en una consulta sin una campaña oficial aunque con otra paralela monopolizada por el Gobierno.
Más de 61 millones de egipcios están llamados a acudir a las urnas en una votación que dura hasta el 21 de abril para tachar el “sí” o el “no” a una modificación de la Carta Magna en la que se amplía el control del jefe de Estado sobre todos los poderes.
Las urnas estarán repartidas en 10.878 colegios electorales de todo el país y la Liga Árabe ha registrado 80 observadores de 19 nacionalidades diferentes para supervisar el proceso, según anunció hoy la autoridad electoral.
La enmienda a la Constitución más destacada es la ampliación del periodo presidencial de cuatro a seis años y la posibilidad de reelección durante dos periodos consecutivos.
La reforma constitucional incluye una disposición transitoria que permitirá a Al Sisi beneficiarse de la ampliación del término del mandato presidencial y luego presentarse de nuevo, pese a que se encuentra en su segundo periodo como mandatario.
El pasado 16 de abril, el Parlamento egipcio acometió una reforma exprés de la Constitución, que tiene que ser sometida a una consulta ciudadana como último paso, un referendo cuyas fechas fueron anunciadas tan solo hace dos días.
Las calles de la capital se han llenado de pancartas pidiendo votar a favor en el referéndum, días antes de que el Parlamento diese luz verde para la consulta, mientras que la oposición se ha decantado por estar en contra, pero ha descartado pedir el boicot.
La urbe está siendo blindada por las fuerzas de seguridad, que han difundido un vídeo en sus redes para mostrar las preparaciones ante este evento.
Además, para los egipcios residentes en el extranjero el día de inicio de la votación comienza hoy en 140 sedes repartidas en 124 países donde Egipto tiene misiones diplomáticas, informó la agencia estatal MENA, que añadió que los nacionales podrán depositar su voto hasta el domingo con un carné de identidad “válido o caducado”.
Tarek Hussein, defensor de derechos humanos egipcio residente en Túnez, indicó a Efe en una conversación telefónica que hoy ya ha acudido a su embajada en la capital del país magrebí para votar “no” a la reforma, para garantizar que no haya cambios en lo que queda del poder judicial egipcio y que los militares “no interfieran en la política”.
Otra de las enmiendas permitirá al jefe de Estado designar a los presidentes de las instituciones judiciales, que antes eran nombrados por sus propios órganos, y extenderá las atribuciones de las Fuerzas Armadas.
A partir de ahora y si se aprueba en el referendo, los militares tendrán el papel de “salvaguardar la Constitución y la democracia, preservar los fundamentos básicos del Estado y su naturaleza civil, las ganancias del pueblo y los derechos y libertades de los individuos”.
La reforma constitucional también da amparo legal al enjuiciamiento de civiles en tribunales militares, una práctica que ha sido común en los últimos años y muy criticada por organismos que defienden los derechos humanos.
Hussein señaló que votar en contra lleva a que se forme “una oposición contra Al Sisi”, pues esta consulta hace que se inicie “una batalla significante y no el final” de los contrarios al Gobierno, que ostenta desde 2014 Al Sisi, cuya reelección fue apoyada el año pasado por un 97 % de los votantes, en unos comicios que fueron considerados por la oposición como “una farsa” con solo un candidato en la carrera electoral.
Respecto a la campaña, afirmó que no la ha habido porque “el régimen teme que haya oposición entre los ciudadanos, porque un considerable porcentaje está en contra” del presidente, informa Efe.
La aprobación de las enmiendas tuvo el beneplácito de 531 diputados de los 554 presentes en la sesión, con la única oposición de 22 legisladores y una abstención.
