Ejército Nacional gastó más de $2 mil millones en 52 visores nocturnos que no son de uso militar

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Tras una auditoría al Ejercito se dio a conocer la compra de cincuenta y dos visores nocturnos que resultaron no ser de uso militar, sino que los emplean deportistas extremos, para cacería, montañismo y alpinismo, la compra se realizo por 2.318 millones de pesos.

Según la Contraloría General de la Nación, los cincuenta y dos visores nocturnos (de referencia CK-1500) fueron comprados por medio de la Agencia de Compras de la Fuerza Aérea ACOFA, a través del contrato 035-ACOFA-EJC-2017 del 28 de octubre de 2017, y cuyo precio fue de US$729.960, equivalentes a $2.318 millones de pesos en su momento.

Finalmente los bienes fueron recibidos por primera vez el 28 de diciembre de 2017 pero no superaron las pruebas y por consiguiente se determinó devolverlos al contratista para hacer efectiva la garantía técnica contemplada en el contrato ya que los visores nocturnos adquiridos no cumplen con los requerimientos técnicos establecidos en el contrato

Luego de hacerse efectiva la garantía técnica, los cincuenta y dos visores nocturnos fueron recibidos a satisfacción de manera definitiva el 4 de octubre de 2018, indicando en el acta respectiva que los visores se encuentran aptos para el servicio.

Según el ente de control, al realizar la auditoría se entrevistó el pasado mes de abril al funcionario del Ministerio de Defensa que en octubre de 2020 realizó peritaje técnico a los visores adquiridos, quien afirmó: “Los visores nocturnos revisados durante el peritaje no se consideran equipos de especificación militar, pues su denominación la refieren como CK-1500 y esa referencia no existe en ningún manual técnico de mantenimiento, los cuales deben ser expedidos por los fabricantes de los visores nocturnos, homologados también por la Fuerza Aérea de los Estados Unidos y la Armada de los Estados Unidos”.

Según el perito “los equipos clasificados en el nivel tres son designados para ventas comerciales, usualmente utilizados por deportistas extremos, para cacería, montañismo y alpinismo; y no tienen un nivel de control y seguimiento estricto por parte del gobierno americano.Los del nivel uno son destinados para uso exclusivo de las Fuerzas de Seguridad de los Estados Unidos y los equipos clasificados en nivel dos son susceptibles de venta a países amigos, siempre y cuando cumplan con las regulaciones internacionales para tráfico de armas (ITAR)”