¡El amor no tiene genero’, dicen líderes e invitan a ‘besaton’ en Quito

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Parejas de todo signo se dieron cita este sábado en un barrio del norte de Quito para besarse y expresar así su rechazo a la censura artística y a la homofobia tras la eliminación de un mural callejero a favor del amor igualitario.

“Estamos aquí para defender el amor, para decir no a la homofobia, para mostrar que nuestra relación es tan normal como cualquier otra, que somos alegría y decirle no al odio”, manifestó Diego Rivas, un veinteañero que acudió a la cita junto a su pareja del mismo sexo, ambos luciendo a modo de capa banderas del arcoíris.

“El amor no tiene género” fue la efímera pintura en el muro de un predio descampado que apenas duró unos días sin ser censurada y posteriormente blanqueada definitivamente de una pared de Bellavista, un barrio quiteño de clase media-alta.

Tres parejas, una de lesbianas a la izquierda, una heterosexual en el centro y una homosexual a la derecha, pintadas en los vivos colores emblema del orgullo LGTBI, besándose abrazadas y con los ojos cerrados, ilustraron una realidad sin tapujos que se va abriendo paso en Ecuador, donde el pasado 12 de junio la Corte Constitucional aprobó el matrimonio igualitario.

Días después de ser pintada la obra, las dos parejas homosexuales aparecieron con tachones a modo de “X”, mientras que la heterosexual lucía intacta, hasta que días más tarde la pintura fue eliminada y hoy la pared, ya pintada de blanco, recoge en rojo un número de teléfono alusivo a que el terreno está en venta.

La convocatoria denominada “besatón” por los derechos de expresión artística y contra la homofobia, aglutinó a un centenar de personas frente al muro, donde se emularon los besos que aparecían retratados y reflejaban la diversidad de parejas que existen en la sociedad.

“No basta con respeto pero no comparto… Somos parte de, somos parte de la diversidad. Esto es lo que somos, seres humanos, ciudadanos que en este momento hacemos uso de nuestro derecho al espacio público”, espetó una persona transexual que interpretó una performance y que concluyó con un reparto de labiales para que los participantes pudieran estampar sus besos en la pared.

El artista ecuatoriano Juan Sebastián Aguirre, más conocido como Apitatán, autor de varias obras callejeras que decoran paredes y muros en la ciudad, se demoró cuatro horas en realizar el grafiti que quedó inacabado porque efectivos policiales le impidieron continuar con su trabajo a principios de este mes, aparentemente alertados por vecinos del barrio.

Aguirre había solicitado la autorización del presidente de Bellavista, pero la Policía no le dejó concluir la obra de corto recorrido pero que ha provocado enorme revuelo mediático precisamente por ello. EFE