El director Ciro Guerra es acusado por ocho mujeres de violencia sexual

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Foto: @cinematropical

El cineasta colombiano Ciro Guerra, recordado por películas como Pájaros de verano y El abrazo de la serpiente, es acusado por ocho mujeres que dicen ser víctimas de acoso y abuso sexual por parte de él.

Según las Volcanicas, una revista de periodismo feminista latinoamericano, Guerra usaba con sus víctimas un mismo patrón, una fiesta, momento a solas, el “name dropping” para impresionar y ejercer presión sobre ellas con temas labores.

El artículo que fue escrito por Catalina Ruiz Navarro y Matilde de los Milagros Londoño , recopila el testimonio de ocho mujeres que fueron agredidas por el cineasta, la forma en cómo fueron agredidas y lo sustentan con chats de las víctimas.

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El reportaje describe que las agresiones ocurrieron entre los años 2013 y 2019, entre ciudades colombianas y tres internacionales, en eventos como el Festival de Cannes, el Colombia Film Festival y el Festival Internacional de Cine de Cartagena.

Por otra parte, el texto también transcribe la llamada que le hicieron las autoras del artículo a Guerra para escuchar su versión.

“Lo que yo sí quiero dejarte claro es que a mí me amenazaron con que me iban a querer hacer ese tipo de acusaciones. Por la época en que le di mi apoyo al paro recibí mensajes diciendo que había gente que me iban a querer destruir y que iban a querer hacer ese tipo de acusaciones; pues sí recibí ese tipo de mensajes. No estoy en capacidad de decir si están relacionados o no, pero la primera vez que escuché de algo parecido fue esa vez, pero realmente no… Fue algo que deje pasar, a lo que no le presté atención. Pues obviamente sin conocer las denuncias, y sin saber de quién están hablando y de quién vienen” habría respondido a Guerra a una serie de preguntas que le hicieron

Finalmente, el artículo señala que las denunciantes no tienen la intención de hacer una denuncia penal, porque no quieren pasar por un proceso de revictimización, pero sí quieren hacer públicas sus historias porque es una forma de alertar sobre la grave normalización de la violencia sexual en el gremio audiovisual colombiano.