En Ecuador se encuentran las aves más diminutas del mundo

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Ecuador, es uno de los países más pequeños de Suramérica y aún así de los más biodiversos del mundo, alberga casi la mitad de las 300 especies a nivel mundial de colibríes que, pese a su reducido tamaño, son gigantes en la cadena de la vida por su función de polinizadores.

Presentes en toda América, el colibrí o picaflor ha encontrado en Ecuador un hogar gracias a su prodigioso posicionamiento sobre la línea ecuatorial y a la luz que reciben sus bosques tropicales.

El llamado colibrí Oreotrochilus cyanolaemus, o “estrella de garganta azul”, está en peligro de extinción porque su hábitat es extremadamente pequeño.

Se calcula que hay entre 250 y 700 individuos de esta especie que se caracteriza por sus brillantes colores y una garganta azul.

Unos colores que pueden ser completamente subjetivos porque los colibríes tienen un plumaje iridiscente que “refleja tonalidades predominantemente verdes pero que, dependiendo del ángulo del observador, pueden producir destellos violetas, azulados o cobrizos”, señala Juan Manuel Carrión, miembro de la Fundación Zoológica de Quito y del colectivo Aves Quito.

Ello debido a que los miles de filamentos de sus plumas tienen estructura de prisma.

Conocido en quichua como “quinde”, el más pequeño de los colibríes puede medir cinco centímetros y pesar apenas 2 gramos (“colibrí abeja”, de Cuba), y el más grande 23 centímetros, y entre 15 y 18 gramos, a veces más, como el “picaflor gigante”, que vive más al sur en América Latina.

Verlos volar es un verdadero espectáculo puesto que son las únicas aves con la capacidad de retroceder en vuelo y suspenderse en el aire, ello gracias a que pueden batir sus alas a una velocidad de entre 55 y 70 veces por segundo, dependiendo del movimiento.

La alta variedad de pájaros del país, en particular de colibríes, ha sido en los últimos años un imán para ornitólogos profesionales y aficionados que se adentran en las profundidades de los bosques tropicales para ver de cerca la danza al viento de cientos de ejemplares de quindes, el ave más pequeña del mundo. EFE