¿Cómo lograr que el cierre de año y la planeación estratégica empresarial para el 2021 funcione realmente?

Foto: Archivo
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La estructura y planificación estratégica de gran parte de las compañías debe transformarse de cara al 2021 pues, la forma en la que solíamos vender, llegar a los clientes e incluso operar cambió drásticamente.

La llegada del COVID-19 y su impactante efecto económico conmocionó al mundo, lo que provocó un cambio muy importante en el escenario actual, al encontrar que nadie estaba preparado para una emergencia sanitaria de tan gran escala.

De igual forma, también se han producido cambios en las actividades tradicionales y profesionales. Tal es el caso de las compañías y negocios de cualquier tipo que hoy por hoy, deben cambiar su modelo de negocio para responder y superar los nuevos retos que trae la pandemia, porque no se trata solo de un evento efímero, sino de una situación que puede continuar hasta el próximo año.

Dado que este año está llegando a su fin, y en un momento crítico, muchas organizaciones y sobre todo aquellas pequeñas y medianas empresas deben actuar con rapidez y eficacia a la hora de tomar decisiones, a fin de tener un plan efectivo para responder de manera decisiva a esta situación en 2021, con la idea de atenuar los efectos de la pandemia y el impacto de las restricciones impuestas para la reactivación.

Si bien indica la ‘Encuesta de las Cámaras de Comercio de Monitoreo del Impacto de Covid-19 en las Empresas’, que el 57% de los empresarios de Colombia ve con optimismo la situación de su negocio y del país para 2021, es necesario que cada compañía cuente con un plan estratégico que le permita tener la trazabilidad de sus decisiones y medir sus resultados.

De acuerdo con Andrés Villegas CEO de VILIV la plataforma empresarial que trabaja por mejorar el presente y maximizar el futuro de las pymes: “estas estrategias deben también establecer el desarrollo acelerado tan pronto como se reanuden las actividades usuales hacia el segundo semestre del 2021, en un panorama post pandemia que indudablemente tendrá como consecuencia que se mantengan medidas que llegaron para quedarse”.

Sentar las bases

Es importante considerar que las condiciones mínimas para operar deben tener una vigencia de al menos un semestre más, y anticipar que una vez que se reactive la economía, la empresa debe contar con las herramientas y las personas que le permitan crecer. Para ello, es fundamental contar con un buen sistema de gestión, que debe establecer indicadores claros basados en la actual realidad de los posibles bajos niveles de ingresos a lo largo de 2021, lo que requiere la aplicación de objetivos y presupuestos de mínimo coste. Estricto, pero suficiente para promover el crecimiento en el tiempo.

La tecnología, otra de las aliadas

El consumo digital es la segunda base de este plan estratégico. Las restricciones han convertido al espacio virtual en una ventana que nos conecta con el mundo exterior sin la necesidad de contacto, por lo que genera nuevos consumidores y, lo más importante, crea una forma de obtener productos o servicios (como el comercio electrónico). Bajo este escenario, se ha incrementado el crecimiento de las ventas en línea, que, aunque seguramente no se mantendrá en el mismo nivel tras la pandemia, se mantendrá en un nivel superior al actual. De esta forma, la inversión o transformación empresarial hacia el mundo digital es necesaria y debe formar parte de la estrategia empresarial. Para ello es importante que se contacte con expertos que puedan ofrecerle un plan para conocer qué necesidades específicas a nivel digital necesita resolver su negocio. En el caso de VILIV se hace un acompañamiento personalizado para que los pequeños y medianos empresarios descubran cuál es esa ruta que deben seguir hacia la transformación digital.

Año nuevo, ventas nuevas

La forma en la que los empresarios y empresarias vendían, debe cambiarse permanentemente puesto que, como se ha mencionado antes el mundo que conocíamos cambió. Los nuevos planes comerciales deben enfocarse en desarrollar productos o servicios adecuados a la realidad de los nuevos consumidores, así como prever y ajustar cambios basados ​​en confinamiento o reapertura. Es necesario ajustar cada vez más los modelos de atribución y/o las formas de vender acordadas, a través de diferentes canales digitales para fidelizar a los clientes actuales y atraer nuevos clientes potenciales integrando eficiencia y sobretodo innovación.

Ojo a las finanzas

Evidentemente, ante la continuación de la epidemia en el primer semestre de 2021, se debe cuidar la situación financiera, y también se debe formular un plan económico que considere el ciclo potencial para que los clientes comerciales adquieran productos y servicios. Este plan debería incluir la posibilidad de renegociar con los prestamistas y acreedores, de igual forma la capacidad de aprovisionamiento mínimo de materia prima en caso de que haya una circunstancia de estancamiento en los primeros meses del próximo año.

“Desde VILIV creemos que la gran enseñanza de esta pandemia es la prevención y el adelantarse a los fenómenos externos que puedan ocurrir. Si sumado al positivismo, llega la planeación, los pequeños y medianos negocios pueden estar seguros que contar con herramientas para hacerle frente a los retos venideros, es más positivo para su desarrollo, que seguir operando de manera tradicional y sin contar con la ayuda de expertos”. Concluyó Villegas.