ESA da un nuevo paso para su innovador programa de navegación Galileo

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La Agencia Espacial Europea (ESA) dio hoy un nuevo paso para completar su novedoso programa de navegación Galileo que quiere competir con el estadounidense GPS después de que un cohete Ariane 5 despegase y lograse lanzar con éxito los cuatro satélites que cargaba.

Después de que el cohete partiese de la base espacial de Kurú, en la Guayana Francesa, a las 18.39 GMT, con tres minutos de retraso, la secuencia prevista por la ESA se cumplió con normalidad.

La separación de los satélites del cohete sucedió con éxito al filo de la medianoche de este martes.

Con los cuatro de hoy, son 22 los satélites de la constelación Galileo que estarán en órbita.

Para completar todo el programa, en el que participa la ESA y la Comisión Europea (CE), faltará un nuevo lanzamiento programado en 2018, con otros cuatro satélites, cuando se completará la constelación.

La operación supone un paso adelante para que la ESA desarrolle completamente un sistema de navegación más preciso que el que ofrece el estadounidense GPS.

Según la ESA, el margen de error en la localización de un objeto equipado con un chip que reciba la señal de la constelación Galileo será inferior a 1 metro (actualmente ya ofrecen una precisión de entre 1 y 1,5 metros).

Supone, por tanto, una mejora significativa frente a una precisión de 4 a 5 metros del GPS.

Las secuencias programadas hoy se sucedieron sin incidentes conforme la lanzadera se perdía de vista entre las nubes del cielo de Kurú, y el mensaje repetido por los técnicos del consorcio europeo Arianespace que dirigían la misión desde allí subrayó que “todos los parámetros (eran) normales”.

La lanzadera alcanzó, en su estadio final, una altitud de 22.925 kilómetros.

Los cuatro satélites, con un peso de 715 kilos cada uno, quedaron entonces a unos 300 kilómetros por debajo de los satélites operacionales de Galileo y maniobrarán de forma autónoma para juntarse al resto.

Los primeros satélites experimentales de Galileo fueron enviados al espacio en 2005 y en 2008, aunque los operativos no empezaron a llegar hasta tres años más tarde.

Uno de los lanzados en 2012 presentó problemas con la antena, lo que han permitido parcialmente su uso.

También sucedió un incidente con otros dos de 2014, lanzados inicialmente a una órbita no deseada que fue corregida con posterioridad y que ahora están operando con normalidad, informa Efe.

Todos ellos están concebidos para una vida útil de una docena de años aunque la experiencia muestra que, salvo que se produzca un imprevisto, en la práctica es más larga, hasta que agotan el combustible.