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En reciente episodio que tiene como protagonista al mundialista con Colombia en Brasil 2014, Pablo Armero, vuelve a ser fuera de las canchas. En la tarde de ayer, el marcador de punta del Guaraní de la segunda división brasileña, se vio envuelto en un escándalo por haberse pasado por alto un retén de las autoridades de tránsito en Cali, posteriormente detenido por otros uniformados y haberse negado a practicarse la prueba de alcoholemia requerida en este tipo de casos.
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Aunque se ha determinado que las faltas en las que había incurrido el exjugador de la Selección Colombia no lo llevarían a pagar un solo día en prisión, sí significaría una multa de cerca de 720 salarios mínimos legales vigentes, la suspensión de su licencia de conducir hasta por diez años y el hecho de cumplir unas 50 horas de acciones comunitarias para resarcir sus acciones reprochables.
Las acciones que tienen envuelto en este escándalo a Armero se deben al presunto hecho de estar conduciendo un vehículo bajo los efectos del alcohol, además de la multa que le caería por negarse en varias ocasiones a practicarse la prueba de alcoholemia y la primera situación que fue evitar conscientemente una petición por parte de las autoridades de tránsito para detenerse en un retén de la capital del Valle del Cauca.
Cabe recordar, que el futbolista de 33 años recién cumplidos, también se vio señalado e inclusive detenido por parte de las autoridades norteamericanas de Miami, Florida, por una denuncia en su contra por hechos de violencia doméstica, cargos que fueron retirados después de que su mujer asegurara que él nunca habría atentado contra su integridad física, sin embargo, este sería el hecho que alejaría, hasta ahora, al lateral tumaqueño de la Selección Colombia.
