A casi cuatro meses del asesinato del joven manifestante Lucas Villa, hecho ocurrido el pasado 28 de abril en la ciudad de Pereira, durante las manifestaciones en contra de la reforma tributaria, hasta el momento no se tiene certeza de quiénes fueron los responsables de este homicidio que sacudió a Colombia y generó indignación.
En medio de una entrevista con el diario El Espectador, la hermana de Villa, Sidssy Uribe, y su esposo, Jhonathan Correa, aseguraron que en los últimos días han recibido amenazas por intentar seguir los pasos del joven asesinado y buscar respuestas por su muerte.
Según explicó el esposo de la mujer, el pasado 16 de agosto él decidió grabar un procedimiento que realizaban algunos uniformados contra integrantes de la llamada ‘Primera Línea’, lo que generó que fuera conducido hasta una estación de la Policía, en donde, según él, personas de la Sijín lo empezaron a amenazar.
Recomendamos leer: Ofrecen $50 millones de recompensa por responsables de asesinar a hombre en el barrio La Estrada de Bogotá
“Personas de la Sijín nos querían fotografiar y tomarnos datos, pero nosotros no dejamos. Nos empezaron a amenazar y a decirnos gamines”, explicó el hombre.
Antes de ser trasladado hasta la URI de la Fiscalía, Correa manifiesta que los uniformados le pasaron una gran cantidad de papeles que estaban relacionados con su detención y le dijeron que tenía que firmar en ciertos puntos, por lo que él decidió leer detenidamente los documentos y se percató que uno de ellos era un consentimiento en el que aceptaban “cargos de terrorismo y vandalismo”, por lo que no firmó y le aconsejó a los demás jóvenes que no lo hicieran.
Recomendamos leer: Uribe insiste en la propuesta de una amnistía general
Después de varias horas detenido, el cuñado de Lucas Villa señala que lo dejaron en libertad.
Por su parte, Sidssy explicó que minutos después de que su esposo fuera liberado, a través de las redes sociales empezó a circular una imagen en la que lo señalaban de vandalizar y robar una tienda.
Por último, la pareja expresó que les han llegado panfletos en los que aparece su nombre junto al de algunos defensores de Derechos Humanos y miembros de la Primera Línea, en los que eran sentenciados de muerte por las Autodefensas Unidas de Colombia.
