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El primer ministro griego, Kyriakos Mitsotakis, anunció este jueves en un debate parlamentario penas más severas para los delitos de abuso sexual y la creación de una plataforma electrónica donde se podrán denunciar.
En un debate sobre el #MeToo griego, el líder conservador señaló que una de las medidas inmediatas será modificar los plazos de prescripción en los casos de pederastia.
El plazo actual de 15 años ha llevado a que muchos de los abusos perpetrados en el pasado y que no han salido a la luz hasta hoy, no puedan ser castigados.
A partir de ahora, cuando la víctima sea un menor, el tiempo para la prescripción del crimen tan solo comenzará a correr a partir de la mayoría de edad.
Mitsotakis anunció además cambios en el código laboral para luchar con eficacia contra el acoso sexual en los lugares de trabajo, donde, según las encuestas, tienen lugar casi la mitad de estos casos.
La nueva plataforma metoogreece.gr, por su parte, es una herramienta que ofrece información y asistencia para las víctimas de acoso y abuso sexual, así como para la violencia conyugal.
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Bajo el lema “rompemos el silencio”, ofrece los números de teléfono de Policía, Inspección del Trabajo y Brigada de crímenes electrónicos para facilitar el paso hacia una denuncia, así como de las líneas de los servicios sociales que ofrecen asistencia a las víctimas.
El primer ministro elogió al movimiento #MeToo cuyas denuncias revelaron “que en la sociedad griega no hay igualdad entre hombres y mujeres” y “las heridas que siguen abiertas”, pero advirtió que el debate “debe ser concreto y no llevado por rumores”, porque eso podría conducir al encubrimiento de la situación.
El líder de la fuerza mayor de oposición, el izquierdista Syriza, Alexis Tsipras, agradeció a las víctimas que rompieron el silencio “a los adolescentes de ambos sexos, a las mujeres y a los hombres que tienen desde hace años una herida abierta”.
Sin embargo, ambos líderes gastaron la mayor parte de sus discursos en reproches mutuos.
Mitsotakis acusó a Syriza de haber organizado una campaña de intoxicación que presenta su partido, la conservadora Nueva Democracia, como “partido de pederastas”.
Además, defendió a la ministra de la Cultura, Lina Mendoni, cuya dimisión piden todos los partidos de la oposición tras la detención del exdirector del Teatro Nacional Dimitris Lignadis por supuestas violaciones. Mendoni había sido nombrado a dedo en septiembre de 2019, paralizando un proceso de selección iniciado por el Gobierno anterior.
Tsipras condenó la “toxicidad del teclado”, en referencia a los medios sociales de las cuales salieron estas acusaciones contra Nueva Democracia, y acusó a la ministra de haber intentado durante más de quince días encubrir el escándalo de Lignadis. EFE
