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Los mayores fabricantes de automóviles de Europa están vinculados a la deforestación del Chaco paraguayo, una región de bosques que alberga jaguares y uno de los últimos grupos indígenas no contactados del mundo, dijo la organización ecologista Earthsight.
En su informe “Grand Theft Chaco” lanzado el miércoles, Earthsight dijo que esa destrucción es impulsada por empresas ganaderas que han talado ilegalmente tierras de la etnia Ayoreo Totobiegosode, algunos de cuyos miembros viven en aislamiento voluntario en una región ubicada en el noroeste de Paraguay.
El cuero del ganado se utiliza para los tapizados de vehículos de lujo de marcas europeas de alta gama como BMW y Land Rover, dijo el grupo.
“BMW utiliza cuero procedente de dos mataderos que procesan ganado vacuno de fincas responsables por la tala ilegal en los bosques de los Ayoreo Totobiegosode. Jaguar Land Rover no cuestionó el abastecimiento de una curtiembre paraguaya que procesa cuero de otro matadero que hace lo mismo”, señaló el reporte.
Paraguay exporta cerca de 50.000 toneladas de cuero wet-blue por año y casi dos tercios de esas ventas van a Europa. Los fabricantes de automóviles dicen que el cuero es apenas un subproducto de la industria cárnica y los automóviles de alta gama constituyen un nicho de mercado relativamente pequeño.
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Earthsight dijo que las talas ilegales en tierras Totobiegosode son el ejemplo más notorio de los abusos ambientales en Paraguay, donde la mayoría de las exportaciones de carne vacuna y cuero provienen de tierras recientemente deforestadas.
“Cuanto más avanza la deforestación con la práctica de la ganadería extensiva, ellos van quedando aprisionados, van desapareciendo”, dijo a Reuters Tagüide Picanerai, activista indígena y portavoz de la comunidad Ayoreo del departamento Alto Paraguay, a unos 600 kilómetros al noroeste de Asunción.
Earthsight estimó que desde 2005, 53.000 hectáreas de bosque de Totobiegosode fueron derribadas y convertidas en pasto para ganado.
“El Chaco paraguayo y el oeste de la Amazonía brasileña son los lugares de deforestación más acelerada del mundo. Es una tendencia que empezó hace 15 años y fue avanzando”, dijo el experto local Miguel Lovera, de Iniciativa Amotocodie, un grupo que trabaja desde hace décadas por la protección del Chaco.
“Hay que parar la destrucción”, agregó. “Y detener este ritmo de ‘desarrollo’ totalmente alocado”.





