Foto: Captura de video
Erika Marín, hija de Carlos Arturo Marín, sindicado como unos de los responsables del atentado contra la Escuela de Cadetes General Santander, perpetrado en enero del 2019, el cual dejó 23 heridos y más de 100 heridos, aseguró que su padre no es un complice ni estuvo implicado en el trágico hecho que cobró la vida de los uniformados.
Erika denunció que unos agentes de la Sijin, del CTI, de la Policía irrumpieron en su casa a eso de las 3 de la madrugada para realizar un allanamiento, en el cual dañaron las puertas, dañando demás objetos de la casa.
“Llegan gente de la Dijin, del CTI, Policía Nacional, Policía de Menores a las 3:30 de la madrugada a mi casa a hacer un allanamiento, golpeando todo, dañando las puertas, dañando las cosas del apartamento, dañando la integridad de mi familia, estas personas entran diciendo que se van a llevar a mi papá, porque es un presunto implicado de ser escolta del carro bomba que hizo parte de este acto terrorista.
Según la justicia Carlos Marín es acusado de llevar una moto desde Zipaquirá hasta Bogotá, pero su hija aseguró que “mi papá, insisto, que él no monta en moto, en mi casa nunca hemos tenido una moto, ellos no tienen evidencias claras, no tienen ni videos ni fotografías del delito que le imputan”.
Erika pidió que dejen en libertad a su padre, puesto que la justicia no ha logrado evidenciar con exactitud que Carlos Marín haya participado del atentado.
Por último, La hija de Carlos denunció que a pesar de que en la última audiencia se le otorgó el beneficio de detención domiciliaria, todavía no lo han trasladado desde el lugar en que lo tienen retenido hasta su hogar.
