“Guerra contra las drogas” de EEUU en América Latina necesita reforma por retos de COVID-19

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Foto: Archivo

La política antidrogas de Estados Unidos en América Latina debe cambiar si Washington quiere combatir eficazmente un problema agravado por la pandemia de COVID-19, dirá una comisión del Congreso estadounidense en un informe bipartidista que se publicará esta semana.

El informe de 117 páginas insta a instaurar políticas interagencias “más inteligentes” dirigidas por el Departamento de Estado para reducir la entrada de drogas. También pide a las autoridades que luchen contra el lavado de dinero bloqueando el flujo de fondos ilícitos utilizando criptomonedas y complejas transacciones financieras transfronterizas.

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El informe es el resultado de 18 meses de investigación sobre la “guerra contra las drogas”, que ha costado miles de millones de dólares a los contribuyentes estadounidenses sin poner fin a las altas tasas de violencia y corrupción en gran parte del hemisferio occidental.

“Una amenaza cada vez más compleja requiere una estrategia a largo plazo más ágil y adaptativa”, dijo la Comisión de Política de Drogas del Hemisferio Occidental en el informe, al que tuvo acceso Reuters antes de su publicación.

“La pandemia ha exacerbado las condiciones que están empeorando nuestra actual crisis de opioides, como la falta de tratamiento adecuado, la angustia económica y el aislamiento social”, dijo el reporte emitido por un panel de exfuncionarios gubernamentales demócratas y republicanos y miembros de la Cámara de Representantes.

Sin embargo, el informe también encontró que las políticas antinarcóticos han causado daños considerables. Por ejemplo, algunos esfuerzos para erradicar la producción de coca han trasladado la producción y la violencia asociada a nuevas comunidades.

Se espera que el gobierno del presidente electo Joe Biden cambie el enfoque de Estados Unidos hacia la región, con más énfasis en la ayuda exterior, la diplomacia y los derechos humanos, en comparación con el mandatario saliente, Donald Trump, que apostó más por sancionar a Venezuela y Cuba y detener a los inmigrantes en la frontera.