El expresidente aseguró que la solución para la crisis de la biodiversidad está en las manos de los líderes del mundo.
El expresidente Ivan Duque considera que la próxima Conferencia de las Partes de la Convención de la ONU (COP15) sobre diversidad biológica es “una última oportunidad para poner al mundo en el camino de la conservación y detener la destrucción de la naturaleza”.
A unos días del arranque en Montreal, Canadá, (6 a 19 de diciembre) de esta reunión, lo explica Duque en un artículo en la bitácora @cdoverde de efeverde.com en el que subraya que “la solución para la crisis de la biodiversidad está en las manos de los líderes del mundo”.
Duque señala que el pueblo latinoamericano conoce muy bien los peligros de la pérdida de diversidad biológica “y sabe que a mayor diversidad biológica, más grande es lo que está en juego”.
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Se trata, recuerda el exmandatario, de una de las regiones más biodiversas del planeta y “la selva amazónica por sí sola cobija el 10 %” de la diversidad biológica del mundo.
Destruir la riqueza sin par de una naturaleza única, añade Duque, “significa perder el beneficio de los servicios que estos ecosistemas nos proporcionan, como alimento, agua dulce, protección contra enfermedades y mitigación climática y de la contaminación”, argumenta Duque a la vez que reivindica la labor ambiental durante su presidencia.
Explica así que en Colombia el índice de desforestación cayó un 19 % en 2019, y se plantaron más de 50 millones de árboles como parte de un plan vinculado a la iniciativa de un billón de árboles del Foro Económico Mundial.
Además, a principios de este año, Colombia anunció que había logrado la protección y conservación del 31 % de sus tierras y el 37 % de sus aguas, detalla Duque.
“Si queremos cumplir los ambiciosos objetivos de la Agenda Global de Biodiversidad y, más importante aún, la protección de por lo menos el 30 % de la tierra y el mar del mundo para el 2030 —lo cual incluye el reconocimiento de los derechos y los aportes de los pueblos indígenas y las comunidades locales—, debe abrirse la puerta para dar lugar a un cambio transformador”, argumenta.
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La solución para la crisis de la biodiversidad está en las manos de los líderes del mundo, y la COP15 será la oportunidad perfecta —y tal vez la última— para realizar las acciones necesarias paras la próxima década y el futuro.
Ese acuerdo debe ser global, ambicioso, e incluir el objetivo -reclama- de “proteger por lo menos el 30 % de nuestro planeta para el 2030, así como también tener financiación suficiente para su implementación”.
La Convención Marco de Biodiversidad de la ONU, la de cambio climático y la de lucha contra la desertificación son los tres grandes acuerdos ambientales de Naciones Unidas que se acordaron en la “Cumbre de la Tierra”, celebrada en Rio de Janerio (Brasil) en 1992.
