Foto: Archivo referencial
En Barranquilla, las iglesias ya tienen la luz verde del Distrito para volver a recibir a sus feligreses. Solo cincuenta personas podrán asistir a una misma eucaristía, y deberán, al igual que en restaurantes, hacer una reserva, sin olvidar el implemento que debe estar siempre en gran parte de las actividades que realicemos en este ‘nueva normalidad’, el tapabocas.
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Los templos sagrados de la capital del Atlántico ya están adecuados, y después de cinco meses y cuatro días, los feligreses podrán volver a misa, no sin antes pasar por un riguroso protocolo que incluye la toma de temperatura y el respeto por el distanciamiento social entre creyentes y miembros de la iglesia que estén en estos eventos.
Los padres de las diferentes iglesias con las que cuenta esta ciudad, explicaron que las nuevas medidas con respecto a cómo dar la comunión y realizar el saludo de paz deberán cambiar, pues estas no velan por el distanciamiento social entre los asistentes al evento, pero entienden que su cumplimiento es estrictamente necesario para la protección de todos.
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El padre Dimas asegura que el hecho de cambiar la mentalidad de los feligreses y de los mismos integrantes de la iglesia será duro, inclusive, lo consideró como “una tentación”, pero añadió que “cree profundamente” en la comunidad eclesial, por lo que el cumplimiento de los protocolos, asegura el sacerdote, se cumplirán al pies de la letra.
