Fusagasugá, un municipio sin horno crematorio para sus fallecidos por COVID-19

Cementerio Fusagasugá

Foto: Anadolu

El cementerio Nuestra Señora de Belén del municipio colombiano de Fusagasugá, en el departamento de Cundinamarca, funciona desde el año 1908. Sin embargo, a pesar de la pandemia de coronavirus COVID-19, este camposanto no tiene un horno crematorio para incinerar los cadáveres de los fallecidos por este virus, que deja en el país 2.198.549 casos positivos y 57.786 muertos; y en el municipio 6.042 casos y 225 decesos.

Este es un tema que preocupa bastante al padre Víctor Hugo Sanabria, administrador del cementerio, quien le contó a la Agencia Anadolu el embrollo que hay alrededor de este tema y la honda preocupación que le genera la falta de un horno crematorio, que obliga a enterrar a todas las víctimas mortales de COVID-19 en bóvedas, casi que saturando los espacios disponibles.

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A diferencia de otros municipios cercanos, Fusagasugá inicialmente no se vio tan afectado por la pandemia. Sin embargo, cuando se pensó que el momento más fuerte de la emergencia sanitaria había pasado, la población “se relajó” y el virus se extendió, al igual que el número de fallecidos.

Según relató Sanabria, antes de la pandemia y de acuerdo a las estadísticas de los años anteriores, se tenía un cálculo aproximado de cuántos fallecidos había mensualmente. Pero la COVID-19 ha cambiado mucho esta historia.

“Antes de la pandemia (antes de marzo de 2020), se contaba con alrededor de 400 bóvedas disponibles, más las que iban quedando libres tras la exhumación, pero a mediados de diciembre el número de fallecidos se disparó enormemente y en enero prácticamente teníamos que sacar un cadáver después de sus cuatro años y en la tarde ocupar esa misma bóveda”, dijo el religioso.

Las cifras dadas por el sacerdote revelan la crisis mortuoria que vivió este municipio a causa del segundo pico de la pandemia que azotó Colombia. Mientras en diciembre de 2019 hubo 51 sepulturas, en diciembre de 2020 fueron 102. Y mientras en enero de 2020 se enterró a 41 cadáveres, en enero de 2021 fueron 121. En 2020 hubo en total 702 sepultados en este cementerio.

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Toda esta situación obligó a la construcción urgente de 50 bóvedas adicionales, a la búsqueda de más trabajadores y la adecuación de más protocolos para que ellos estuvieran protegidos, entre otras cosas.

Igualmente habitantes del lugar hace la denuncia por redes sociales, preocupados por la situación que viven a falta de hornos.

“#SOSCementerio de Fusagasugá se está quedando sin bóvedas por muertes por Covid. Desde el 2009 la ciudad cuenta con un horno crematorio q sería de gran utilidad, dicen q por corrupción y tramitología en la CAR no esta habilitado. ¡Para la región es fundamental hacerlo funcionar!”

menciona una mujer a través de twitter