‘Si la paz fracasa en Nariño, habrá fracasado en Colombia’, dice gobernador

Foto: Archivo
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El gobernador del departamento de Nariño, Camilo Romero, juega con su elocuencia y su capacidad de persuasión para demandar una mayor presencia del Estado en esa región y avanza que “si la paz fracasa en Nariño, habrá fracasado en Colombia“.

“Nariño tiene un déficit de paz”, dijo Romero con contundencia en una entrevista con Efe, antes de reclamar que el Estado tardara “un año” en llegar a los lugares antes controlados por la desarmada guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc).

El mandatario departamental participó en la clausura del Laboratorio de Innovación Ciudadana por la Paz, que terminó tras doce días de trabajo que dieron lugar a soluciones concretas a problemas de las comunidades afectadas por el conflicto armado en Nariño.

Romero se muestra seguro de que para que la paz llegue al departamento colombiano “con más cultivos ilícitos” se “necesita de una presencia integral del Estado en el territorio”.

“La ausencia del Estado empieza a verse ahora con mucha más visibilidad. Antes por el conflicto la noticia estaba en ese hecho tan contundente, pero ahora ‘post acuerdo’ se empieza a notar esa ausencia del Estado”, explica.

Romero no esconde sus diferencias con las políticas posteriores al proceso de paz, que la ciudadanía nariñense apoyó con casi un 65 % de los votos en el plebiscito, votado el 2 de octubre del año antepasado y en el que los colombianos rechazaron el pacto rubricado inicialmente por el Gobierno y las Farc el 26 de septiembre de 2016 en Cartagena.

“La fuerza pública es muy necesaria pero cuando se fueron las Farc, no un año después”, critica antes de aclarar que durante ese año “lo que hubo fue una disputa por el territorio que disparó los homicidios y los desplazamientos”.

“El Gobierno manda a la fuerza pública cuando ya está armado el nuevo conflicto”, insiste.

En ese sentido se pregunta que tras no poder “derrotar militarmente” a las FARC “¿cómo dejamos copar el territorio por otros actores ilegales?”.

“Llegaron otros al control de las armas y de los cultivos ilícitos en el departamento con más cultivos ilícitos del mundo”, profundiza.

Pese a ello, Romero defiende firmemente la paz en Colombia, aunque lamenta que “los datos positivos que se están dando en el país”, y que lo “entusiasman”, no se presenten en la región que gobierna.

De cara a las elecciones legislativas del próximo 11 de marzo y la presidenciales del 27 de mayo, no entra en mayor detalle porque, tal como explica, la legislación colombiana impide que los gobernantes se manifiesten sobre procesos electorales.

Aún así, deja claro que “sería lamentable” que con el futuro presidente “se diera un paso atrás” en el proceso de paz, algo que, a su juicio, no iría solo en detrimento de la sociedad colombiana sino también “en el avance de la humanidad”.

“Espero que la sensatez se imponga y que los que alimentan ese odio no se lleven la voluntad de inmensa mayoría de país, pero esos son los riesgos de la democracia, no tiene ninguna receta, hay que asumirla”, reconoce.

Por último, Romero aprovecha la ocasión para recordar que la celebración de la cuarta edición del Laboratorio de Innovación Ciudadana por la Paz puso a Nariño “en la vanguardia de la innovación en Colombia“.

“Nariño empieza a convertirse, en medio de sus dificultades, en un referente positivo desde varios ángulos: en el deporte, en la cultura, democratizando sus recursos para que llegue a todos los municipios y con la innovación”, apunta.

Esto, dice, muestra como la ciudadanía de Nariño estira “la mano no solo para pedir, sino para aportar también”.

Y es que, según expresa, “eso hace grande a los pueblos, es vital para el autoestima colectivo de este pueblo al que le ha tocado todo peleado”, informa Efe.

“Lo que más importa es cómo damos el paso a que el pilar de innovación pase de la retórica a la realidad de la gente, pase a solucionar los problemas de la gente”, finaliza.