Foto: Captura de video
En Armenia, un obispo realizó un curioso experimento social que dio una lección a sus feligreses en plena eucaristía, la cual tenía una intención muy valiosa según el mismo reveló.
El monseñor Carlos Quintero, decidió disfrazarse de habitante de calle para observar la reacción de los asistentes a su iglesia cuando notaran la presencia de una persona con dicho aspecto físico.
En su actuación, el cura ingresó al lugar y varias personas lo miraron y cuando fingió caerse se llevó una sorpresa al ver que nadie lo ayudó.
“Con este experimento social deseaba mirar la reacción y actitud de las personas cuando ven un habitante en situación de calle, sobre todo en el contexto de un congreso de Pastoral Social (…) Cuando uno vive este tipo de experiencias como ahora, tratando de personificar a un habitante de calle, el corazón se ablanda”, explicó el obispo.
Esta actuación tenía como objetivo, según el padre, que las personas que asisten a sus prédicas tengan un respeto especial por la dignidad humana, además, de despertar el sentido de solidaridad y superar la indiferencia en la comunidad.
