La comunidad de Parkland (Florida) recordó con “recogimiento”, según dijo uno de sus vecinos, el tiroteo que el Día de San Valentín de 2018 acabó trágicamente con la vida de 14 estudiantes y 3 empleados de la escuela secundaria Marjory Stoneman Douglas (MSD).
Los alumnos de MSD al parecer prefirieron honrar en privado a sus compañeros y maestros muertos o quisieron evitar a los muchos periodistas congregados en la escuela, a juzgar por la poca asistencia a la llamada jornada “de servicio y amor”.
“Cada día es una lucha para ellos, padecen estrés postraumático. Para algunos es como si hubiera ocurrido ayer, es muy difícil”, manifestó a la prensa Robert Runcie, superintendente del distrito escolar de Broward a las afueras de la escuela secundaria.
Runcie manifestó que ha sido “significativamente baja” la asistencia al liceo, que estableció que los alumnos que no desearan asistir podían hacerlo y también redujo la jornada escolar y cambió las clases por actividades comunitarias.
El extenso altar con flores y muñecos de peluche de hace un año es ahora un pequeño jardín con 17 molinillos de colores que se mueven con el viento en tributo a cada una de las víctimas.
Uno de los pocos estudiantes que se asomaron no pudo contener las lágrimas al llegar al altar, que es custodiado por “ángeles guardianes” y perros de apoyo emocional.
“Es un día duro”, murmuró la mujer que dirigía el poco tránsito en esa esquina y que abrazó y consoló al joven.
La imagen solitaria y apacible de la escuela Marjory Stoneman Douglas, donde al igual que en todas los centros educativos de los condados de Broward y Miami-Dade se guardó un minuto de silencio esta mañana, contrasta con las escenas desgarradoras que vivieron allí hace un año padres, maestros y alumnos.
“Se siente consternación, un silencio, es un vacío”, expresó a Efe el salvadoreño Jorge Medina, un vecino de la escuela.
El acto al que se espera que acudan más personas es una vigilia convocada para esta tarde en un parque.
El tributo a las víctimas se trasladó hacia el medio día al “Templo del tiempo”, una escultura en madera reciclada construida por el artista David Best junto con un grupo de voluntarios para conmemorar el primer aniversario. Efe




