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Este fin de año el Congreso tendrá que definir las reglas de juego de las votaciones, los partidos, la inscripción de candidatos, la impugnación, las revocatorias y las campañas, todo esto enmarcado en la reforma al Código Electoral, reforma ha generado suspicacia en congresistas y entes de control.
La propuesta hecha por el senador Armando Benedetti y el representante Julio César Triana, señala que este código traerá la utilización de tecnologías para ser aplicadas en los procesos electorales, los muertos no seguirán votando en Colombia y las votaciones serán más transparentes.
Sin embargo, algunos puntos del proyecto han generado preocupación,así lo manifestó el procurador general, Fernando Carrillo, quien señaló que este iniciativa legislativa genera ‘severas dudas’ en términos constitucionales.
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Por tal razón, el procurador Carrillo, hizo una consideraciones en el proyecto:
- El proyecto no puede ser considerado como un código ya que se requiere una sistematización de la materia
- El acto electoral no es un acto administrativo, por lo que se debe hacer la normativa electoral
- El Consejo Nacional Electoral no puede hacer desarrollos o regulaciones normativas que solo competen al legislador estatutario.
- El requisito de procedibilidad debe ser eliminado. Este pretende regular la procedencia de las demandas de nulidad electoral contra los actos de elección popular por las causales de falsedad en los documentos electorales y la aplicación de un sistema electoral diverso.
Ahora bien, Carrillo manifestó que si la reforma electoral sale como está en este momento solo va a beneficiar el fraude electoral.
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Por su parte, el excandidato presidencial Germán Vargas Lleras, ha señalado que este proyecto de ley debería hundirse porque no se centra en garantizar elecciones transparentes y libres.
Este proyecto consta de 13 títulos y 252 artículos, entre los más revelantes se encuentra la organización electoral que fortalece las competencias del Consejo Nacional Electoral (CNE).
Asimismo, ofrecería nuevas tecnologías, se trata de un sistema mixto porque después de votar de forma remota, una máquina arroja una constancia física del voto que finalmente se deposita en una urna.
