Foto: Gobernación de Chocó
La Procuraduría General de la Nación decretó hace unas horas que el gobernador suspendido de Chocó, Ariel Palacios, retornará a sus funciones debido a que quien lo estaba suplantando en el cargo, Jefferson Mena, acabó de ingresar a una medida de aislamiento obligatorio por 14 días, mientras se puede descartar un porte positivo de coronavirus, pues en los últimos días estuvo cerca a un caso confirmado de COVID-19.
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La medida se adopta después de que se asimilara que el departamento no podía quedar sin un mandatario, teniendo en cuenta que el panorama ocasionado por la pandemia ha dejado estragos graves en Chocó, donde el sistema sanitario destinado para la atención de pacientes contagiados con coronavirus llegó al 100%, por lo que el Ministerio Público decidió retornar a su cargo a Palacios, quien se encontraba suspendido por este mismo organismo de control.
Recordemos entonces que de manera preventiva y por tres meses, Palacios Caderón debería estar alejado de la administración departamental por el presunto riesgo de que el funcionario manipulara los contratos que la Procuraduría General tenía bajo la lupa por las supuestas irregularidades en las que se habría incurrido al firmar un documento con la Fundación Chocó Saludable, por más de $2 mil millones de pesos.
No obstante, frente al riesgo que explicó el Ministerio Público que asumían al retornar a su cargo al gobernador suspendido, decidieron designar a la Regional Chocó y las delegadas para la Salud, la Protección Social y el Trabajo Decente y para la Vigilancia Preventiva de la Función Pública, para que sean quienes le hagan un seguimiento al uso de recursos en el Chocó.
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“Para velar por el ejercicio diligente y eficiente de la función administrativa respecto a la facultad de contratación, la destinación e inversión de los recursos públicos y la garantía de los derechos fundamentales a la vida y a la salud de los habitantes y residentes en el departamento del Chocó”, explicó el organismo de control.
