Segunda mayor tragedia en historia de la vela cumple 21 años

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Foto: EFE Referencial

La flota de la 75ª Rolex Sydney Hobart está cruzando este mediodía el temible estrecho de Bass, que separa Australia de Tasmania y a las 15:00 horas se cumplirán 21 años de la segunda mayor tragedia en la historia de la vela mundial de alta competición que acabó con las vidas de seis regatistas que participaban en la regata.

Fue en la 54ª edición de la prueba y junto a las pérdidas de vidas humanas, cinco embarcaciones se hundieron y siete fueron abandonadas, 55 tripulantes fueron rescatados en la mayor operación de búsqueda y rescate marítimo jamás vista en tiempos de paz en Australia.

Las complicadas condiciones meteorológicas incluso pusieron en riesgo la vida de las tripulaciones de los 35 helicópteros y 27 barcos de la Marina Real Australiana, junto a otros civiles, que intervinieron en ella.

De 115 embarcaciones que partieron de Sydney el 26 de diciembre solo 44 llegaron a meta de Hobart (Tasmania); la última, el 31 de diciembre. Desde entonces los australianos la denominan ‘ La Regata del Infierno’ (The Hell Regatta).

Solo una tragedia en la vela de alta competición ha sido más grave. En la Fasnet Race de 1979 – la travesía desde la isla de Wight hasta la roca de Fasnet (en la costa sureste de Irlanda) y retorno-, cuando entre el 13 y 14 de agosto una gran tormenta con vientos de hasta 100 km/h, arrasó la flota participante con la muerte de 15 regatistas, cinco barcos hundidos, 75 volcados y 24 abandonados

En cuanto a la Sydney Hobart, la tragedia se inició a primera hora de la mañana del 27 de diciembre de 1998, cuando los primeros barcos llegaron al estrecho de Bass comenzaron a encontrar vientos de más de 40 nudos (75km/h). A medida que avanzaba la jornada una gran borrasca afectó a la costa sudoriental de Australia con una gran tormenta, provocando incluso nevadas, algo inusual a mediados de verano (en diciembre es verano en el hemisferio sur).

En homenaje a todas las víctimas fatales y en cada edición a las 17:00 (hora australiana/07:00 hora española) de cada 27 de diciembre, la flota competidora rinde homenaje a todas las víctimas, especialmente muchos navegantes que también participaron entonces, lanzado ramos de flores al mar, mensajes de cariño y breves oraciones; la vela australiana se vio afectada de manera traumática por la tragedia hasta el punto que nunca se ha erigido un memorial público para recordarla.

El multimillonario estadounidense Larry Ellison, propietario y patrón del máxi de 80 pies (24,50 metros de eslora) ‘Sayonara’, ganador en tiempo real de la edición 1998, prometió que nunca más volvería a competir en la carrera. “Hoy aún pienso en ello. Fue una experiencia que estuvo a punto de costarme la vida y que me la cambió totalmente”.

El desastre también cambió la carrera en la seguridad. En ese momento el seguimiento un barco se realizaba por radio dos veces al día, pero desde 1999 las embarcaciones podían ya ser seguidas en línea todo el recorrido desde tierra y se implantaron nuevas reglas sobre la experiencia y entrenamiento de las tripulaciones, sobre los equipos de seguridad obligatorio, estado de las embarcaciones para competir y se cambió el sistema de previsiones meteorológicas, con más periodicidad entre las mismas. EFE