Sistema democrático frágil

PEDRO - rODRÍGUEZ

Por: Pedro Rodríguez

Inquieta la afectación de la voluntad de nuestra ciudadanía mediante prácticas de estrategia y comunicación non sactas que además de irrumpir en el conocimiento de la ciudadanía de las propuestas y perfiles de los equipos de campaña presidencial legalmente pudieron incurrir en el delito de fraude al sufragante por que mediante maniobras engañosas y ha cualquier costo han querido obtener el apoyo a favor de determinados candidatos, mal ejemplo para las elecciones subsiguientes de autoridades locales del próximo año, en donde el mensaje de implementación de hostilidad entre las diferentes campañas es claro, y más cuando por parte del Consejo Nacional Electoral y autoridades competentes, ante la omisión de pronunciamiento y acciones de control ha sido de complacencia e indulgencia.

Lo anterior además de las amenazas de fraude electoral ante nuestro sistema electoral colombiano cuya construcción inicial de resultado es 100% manual y ejecutado por Jurados de Votación, ciudadanos escogidos mediante sorteo de listados remitidos de entidades públicas y privadas, y, por postulación de los partidos políticos, resultado que una vez construido inicia la etapa de digitalización e implementación de herramientas tecnológicas para la consolidación y verificación de los resultados electorales, proceso tecnológico que si bien es cierto presentó problemas en elecciones de congreso, también lo es que en el proceso de primera vuelta presidencial demostró absoluta suficiencia.

“La fragilidad de nuestro sistema democrático se ciñe a la falta de disciplina que debe implementar la organización electoral, los partidos políticos y autoridades judiciales tanto en el desarrollo logístico y administrativo del procedimiento de construcción del resultado electoral”.

Pedro Rodríguez.

El reto de la Organización electoral: corrección de errores, atención de miles de recomendaciones de organizaciones políticas, veedores y observadores; atención de denuncias e implementación de muchos controles favorecen para recobrar la confianza y credibilidad en nuestro proceso de elección, lastimosamente no lo mismo ha ocurrido frente a la acción que aún no ha emitido el Consejo Nacional Electoral del procedimiento de revisión de escrutinios municipales y departamentales que se adelantó para elecciones de Congreso el cual resalto por la falta de garantías a los actores del mismo que buscaban respuestas y verificaciones de las votaciones realizadas ante la amenaza de fraude por falla en el proceso de consolidación en la información de Preconteo, y que implora hoy verificación de la votación de varias mesas de votación del país que den parte de tranquilidad en el trámite de auditoría, revisión y legitimidad que debe entregar el Consejo Nacional Electoral directamente, ya que por intermedio de sus delegados en los Departamentos y Distrito Capital ello no fue factible.

La fragilidad de nuestro sistema democrático se ciñe a la falta de disciplina que debe implementar la organización electoral, los partidos políticos y autoridades judiciales tanto en el desarrollo logístico y administrativo del procedimiento de construcción del resultado electoral, como en las prácticas y estrategias de campaña, que permitan no solo a los ciudadanos tener garantías y tranquilidad en la transparencia de los resultados electorales sino también en que las campañas se adelantarán de manera reglada, ajustadas a nuestro ordenamiento jurídico, con garantías e igualdad de condiciones para que los ciudadanos que pretendan aspirar o a participar en procesos políticos electorales no sean sujeto o blanco de guerra sucia, calumnias, injurias, difamación sin control que desdibujan la verdadera razón del ejercicio de representación.