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La cuarta jornada de la liga de Chile quedó de nuevo marcada por la violencia desde las gradas y no por el fútbol y los resultados después de que este domingo se suspendiera el encuentro Colo Colo-Universidad Católica por lanzamiento de fuegos artificiales, que hirieron a un propio jugador albo.
Era el minuto 71 y el Cacique estaba 0-2 abajo en el marcador ante una Católica intratable este campeonato cuando los fuegos de artificio y las bombas de ruido comenzaron a caer en el campo de juego del estadio Monumental, donde precisamente por seguridad en este encuentro se prohibió la venta de entradas para hinchas cruzados.
El delantero argentino del Colo Colo Nicolás Blandi fue alcanzado por uno de esos fuegos, que le ocasionó un corte que fue atendido por los sanitarios en el propio terreno de juego, pero el árbitro decidió que la situación era insostenible y suspendió el envite.
El partido deberá reanudarse otro día para jugarse los 29 minutos restantes, pero la imagen de la propia hinchada local afectando físicamente a un jugador de su propio equipo volvió a empañar una jornada de la liga de Chile, que arrancó entre invasiones de campo y disturbios en las gradas a finales de enero. La suspensión favoreció a la Universidad de Chile, que había vencido 1-2 el sábado al recién ascendido Santiago Wanderers.
Los tres puntos fueron reñidos debido al esfuerzo que tuvieron que hacer los universitarios tras quedarse con 10 jugadores desde el minuto 21 por la expulsión de Camilo Moya y con 9 la recta final por la roja directa que recibió Luis Mago. La victoria le dio el liderato provisional igualado con la Católica y también con el Antofagasta y la Unión La Calera, ambos con 9 puntos igualmente. EFE
