Foto: Cortesía
El día de ayer dimos a conocer de la denuncia ciudadana de algunos vecinos de un barrio en la localidad de Kennedy, al suroccidente de Bogotá, que con imágenes y videos registraron lo que tildaron de actos “inescrupulosos” por parte de personas que querían maltratar a las mascotas de este conjunto residencial.
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Dentro de las evidencias que nos compartieron se podía apreciar que algunas residentes de este conglomerado residencial habían arrojado trozos de carne molida al suelo, pero que en su interior tenían escondidas agujas, que según los denunciantes, se hacía para que al momento de que los animales lo ingirieran, se pudieran lastimar. Pues lo que se temía sucedió.
A pesar de que funcionarios de Protección Animal de Bogotá se acercaron hasta este conjunto residencial, revisaron las pruebas entregadas por la ciudadanía y hablaran con la administradora de este reservado para que pusiera más cuidado a este tipo de actos en contra de los animales, ya había sido demasiado tarde.
A través de una nueva fotografía, la misma persona que nos denunció en un principio el acto violento, nos remitió la historia de un canino que había ingerido uno de estos trozos de carne con agujas, y que pese a que su dueño reaccionó, las afectaciones en su hocico se hicieron visibles horas después.
“Esta mascota fue ayer víctima de la carne con agujas y cal. Hoy amanecio con la nariz inflamada y diarrea”, contó la denunciante.
A continuación podrá visibilizar la grabación con la que la denuncia llegó hasta nosotros:
