Alcalde de Cartagena: ”hay que devolverle la grandeza a la ciudad”

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Desde el primer día de gobierno, Turbay comenzó actuar frente a las problemáticas en Cartagena, para devolverle la ”grandeza” a la ciudad.

Cartagena de Indias esconde tras su fachada turística una triste realidad de prostitución, microtráfico, violencia, pobreza y desigualdad, males que el nuevo alcalde, Dumek Turbay, promete enfrentar para devolver “la grandeza” a la ciudad.

Desde el primer día de gobierno, Turbay comenzó a cerrar establecimientos que promueven el amor pago, con lo que promete recuperar los espacios tomados por la prostitución y la venta de drogas, asegura en una entrevista.

“Lo que estamos es recuperando sitios e imponiendo la autoridad y el orden frente a cuál es la actividad comercial que realizan todos esos negocios que han sido cerrados”, explica el alcalde, quien asegura que estos establecimientos “promueven la explotación sexual” detrás actividades de fachada como bares y gastrobares.

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Turbay asegura que “el 90 % de las personas que están en ese mundo del trabajo sexual están siendo sometidas, son esclavas sexuales, están inmersas en un problema de trata de personas, y lo más grave para Cartagena es que involucre sus niños, sus niñas y sus adolescentes”.

Hasta el momento los operativos dejan 17 establecimientos con suspensión temporal de su actividad, pero el centro histórico de Cartagena sigue atiborrado de prostitución y drogas.

Para el alcalde, que asumió el cargo el pasado 1 de enero, Cartagena requiere pensar ya en una zona de tolerancia donde se pueda tener el control de la prostitución. “Si no lo hacemos así, seguirá desarrollándose en el inframundo y lo que queremos es que haya absoluta presencia nuestra (de la autoridad) para que se den las mejores condiciones para que sea la trabajadora sexual la que tenga garantías y tranquilidad”, manifiesta.

Persecución a estafadores:

Desde que llegan a la ciudad, los turistas están a merced de estafadores que se camuflan entre taxistas, restauradores, artistas callejeros e incluso cocheros de caballos, otro problema de la ciudad.

Los taxis no tienen taxímetro, por lo que muchas veces los conductores no respetan las tarifas establecidas, mientras que en las zonas insulares abundan las denuncias de cobros exorbitantes en restaurantes, y recientemente a una turista canadiense le cobraron indebidamente 5.700 dólares por un paseo en un coche tirado por caballos que había pactado en 25,5 dólares.

“Unos servidores turísticos han pasado de un abuso de precios a cometer un delito que es la estafa grabada”, dice Turbay, por lo que anunció que a comienzos de febrero abrirá “la primera oficina de protección al turista (…) Es un mensaje claro de que al turista se le tiene que proteger”.

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Violencia e inseguridad:

En una de las paredes externas del Liceo Bolívar, un colegio con más de 70 años de tradición situado cerca del aeropuerto Internacional Rafael Núñez se lee: “Bloque Aristides AGC (Autodefensas Gaitanistas de Colombia)”, una muestra de otra lacra de Cartagena, la inseguridad.

Las AGC o Clan del Golfo son un grupo armado que surgió luego de la desmovilización de los paramilitares en 2006 y que opera principalmente en áreas rurales pero también en muchas ciudades, donde se dedican al narcotráfico.

Por eso, el alcalde Turbay explica: “Los cartageneros hoy caminan con miedo, los cartageneros han visto cómo de una ciudad que es un remanso de paz nos convertimos en una de las 50 capitales más violentas del mundo”.

“Cartagena ha visto cómo bandas criminales se disputan el territorio; el Gobierno nacional tiene que ayudarnos, no tenemos una policía municipal, dependemos única y exclusivamente de lo que el Gobierno pueda hacer por nuestra comunidad”.

Turbay confiesa además que Cartagena, a pesar de ser un apetecido destino turístico en el Caribe, es “una ciudad con pobreza extrema donde las circunstancias de salud son bien difíciles” y los numerosos casos de enfermedades como el dengue e incluso de VIH/SIDA demuestran “que la política prevención ha sido un fracaso”.

Ante esos problemas, el alcalde aspira a “que la red pública, que es en lo que estamos de acuerdo con el presidente (de Colombia, Gustavo Petro) se fortalezca y que se pueda fortalecer el esquema de prevención para no tener que atender ya la enfermedad como tal”.

EFE