Murió Ennio Morricone, compositor que puso música al Lejano Oeste

enniomorricone-compositor-italiano-efe

Foto: EFE

Ennio Morricone, cuyas bandas sonoras para películas como “El bueno, el malo y el feo”, “La Misión” y “Cinema Paradiso” lo convirtieron en uno de los compositores de cine más famosos y prolíficos del mundo, ha muerto, según informó el lunes la agencia de noticias ANSA. Tenía 91 años.

Le puede interesar: Daddy Yankee celebra que video “Limbo” rebasó las 1.000 millones de visitas

ANSA dijo que Morricone, que ganó dos Oscars y docenas de otros premios como Globos de Oro, Grammys y BAFTA, se había roto el fémur hace unos días y murió durante la noche en una clínica en Roma.

Su último Oscar lo recibió en 2016 por la banda sonora original de “Los odiosos ocho” de Quentin Tarantino, un encargo que había rechazado en un principio pero que finalmente aceptó, exigiendo al estadounidense que le permitiera una “ruptura total” con el estilo de las películas del Oeste que había escrito 50 años antes.

Recomendado: Reino Unido busca reactivar la economía con reducción de impuestos y recorte del IVA

Morricone escribió la música de cientos de películas, programas de televisión, canciones populares y orquestas, pero fue su amistad con el director italiano Sergio Leone la que lo llevó a la fama, gracias a las bandas sonoras de varios “spaghetti westerns” protagonizados por Clint Eastwood en la década de 1960.

Entre ellas se encuentra la llamada “Trilogía del dólar”: “Por un puñado de dólares”, “La muerte tenía un precio” y “El bueno, el feo y el malo”. Morricone usaba instrumentos no convencionales como el birimbao, la armónica amplificada, las trompetas de mariachi, el cuerno inglés o la ocarina, un antiguo instrumento chino con forma de huevo.

Lea también: ¿Perdió la cabeza? Yina Calderón, al parecer en estado de embriaguez, se grabó y se cortó el pelo

Su música iba acompañada de sonidos reales como silbidos, chasquidos de látigos, disparos y sonidos inspirados en animales salvajes como los coyotes. Siempre trató de desvincularse de los “spaghetti westerns”, recordando a la gente, en particular fuera de Italia, que tenía una vida muy creativa y productiva antes y después de las películas que hizo con Leone. Reuters