Etnia y género, tareas pendientes de la implementación de la paz en Colombia

Foto: Archivo Referencia
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Pese a algunos avances, aún hay tareas pendientes en la implementación de la paz

Los enfoques étnico, de género y territorial son la gran asignatura pendiente de la implementación del acuerdo de paz de Colombia que, en el lustro que lleva de vida, ha sido entorpecido por la falta de voluntad política, señala un informe internacional divulgado este martes.

Cinco años después de la firma de la paz con la guerrilla de las FARC, que tuvo lugar el 24 de noviembre de 2016 en el Teatro Colón de Bogotá, el Instituto Kroc de la Universidad de Notre Dame (EE.UU.), especializado en estudios de paz y miembro del componente internacional de verificación del acuerdo, apunta deficiencias en la implementación del mismo durante el Gobierno del presidente Iván Duque, que concluirá el próximo 7 de agosto.

El sexto informe de esta organización analiza el periodo comprendido entre diciembre de 2020 y noviembre de 2021 y concluye que el 2 % de las disposiciones del acuerdo fueron completadas durante este tiempo, cuando se identificó también un alto porcentaje de disposiciones en estado mínimo y sin iniciar, en especial las relacionadas con la reforma rural integral y la participación democrática.

“Ojalá el Gobierno entrante tenga estrategias concretas para poder atender estas recomendaciones”, así como voluntad de “centrar la atención en las brechas diferenciales en la implementación”, indicó la gerente de la Iniciativa Barómetro en Colombia, Ángela Ramírez Rincón, durante la presentación del informe este martes.

Garantías para la protesta pacífica y para la participación de organizaciones y movimientos sociales, así como la aprobación de normas para implementar lo referente a la reforma rural y la sustitución de cultivos de uso ilícito son los principales desafíos y tareas pendientes que tiene Colombia en materia de paz, según el informe.

Avances, pero lentos

Si bien se observaron avances como la aprobación de las Circunscripciones Transitorias Especiales de Paz (cuyos 16 integrantes fueron elegidos por primera vez en las elecciones legislativas del pasado 13 de marzo) y la ampliación del mandato de la Misión de Verificación de la ONU, aún persisten brechas.

Entre las asignaturas pendientes resaltan los enfoques étnico y de género. A noviembre de 2021, mientras la implementación general contaba con el 30 % de disposiciones completadas, el enfoque de género alcanzó solamente el 12 % y el enfoque étnico el 13 %.

En cuanto al enfoque territorial, el líder técnico de Investigación del Instituto Kroc, Mateo Gómez Vásquez, indicó que el informe pone de relieve “la importancia de la implementación para movilizar canales de diálogo en el marco de las protestas y manifestación pacífica”, y cómo “los consejos territoriales de paz sirvieron como espacio para desescalar la tensión”.

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Mientras tanto sigue habiendo varios desafíos, especialmente los atentados contra las personas en proceso de reincorporación, agregó Gómez Vásquez.

Sobre la reincorporación de exguerrilleros, Cristian Sáez Flórez, investigador del Instituto Kroc, explicó que se han registrado “avances” pero “continúan sucediendo con algunas limitaciones”. “Falta incorporar mecanismos que formalicen la reincorporación a largo plazo”, insistió el investigador.

En el análisis cuantitativo del Instituto Kroc cerca del 30 % de las disposiciones marcadas por el acuerdo con las FARC se encuentra completo, el 19 % en estado intermedio, el 37 % en estado mínimo y aproximadamente el 15 % aún no inicia su implementación.

En este sentido, el informe alerta que “el ritmo de la implementación debe aumentar para que logren completarse todos los compromisos del Acuerdo Final para 2031, 15 años después de su firma”.

El futuro del acuerdo

A tres semanas de la publicación del informe final de la Comisión de la Verdad, el documento del Instituto Kroc señala que una de las acciones que deberán tomarse para fortalecer la implementación de la paz será “la apropiación” de este documento “durante la instalación en 2022 de un nuevo Congreso (el 20 de julio) y la transición gubernamental”, con el presidente que sea elegido el próximo 19 de junio.

La Comisión de la Verdad comenzó a elaborar en noviembre de 2018 un informe que será entregado el próximo 28 de junio. En este documento se expondrán hallazgos, reflexiones y conclusiones sobre lo que pasó durante más de 50 años de conflicto y un conjunto de recomendaciones para que lo ocurrido no se repita.

El Instituto Kroc comparó el proceso colombiano con otros acuerdos de paz internacionales para destacar que las comisiones de la verdad derivadas de estos se ampliaron “más allá del límite de tiempo acordado”.

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En el caso colombiano, el tiempo de la Comisión de la Verdad se amplió seis meses debido a los obstáculos que supuso para su trabajo la pandemia de covid-19.

El informe destaca además la necesidad de “construir una agenda multipartidista” en el Congreso que será instalado el 20 de julio para la implementación definitiva del acuerdo.

Esta agenda debe ayudar a “superar rezagos”, especialmente en los desafíos más acuciantes según el informe: la reforma rural, la participación política y la solución al problema de las drogas ilícitas.

El nuevo periodo político que empieza Colombia este 2022 debe ser “una oportunidad para poder estabilizar el proceso de implementación”, concluyó Gómez Vásquez.

EFE